Congreso del PJ: “En 2015, nos espera una batalla campal. Y el enemigo son los radicales”
Prensa Jujuy | “Nos espera, en el 2015, una batalla campal. Y el enemigo son los radicales”. La definición le pertenece a la dirigente de la Rama Femenina del PJ y diputada provincial, Mirna Abregú, fue dicha durante el congreso partidario del día viernes y muestra con toda dureza el escenario que el peronismo de Jujuy se prefigura para retener el poder político local.
Los violentos enfrentamientos pronosticados por Abregú estarían en sintonía con la preocupación que hay en el partido gobernante por el crecimiento de la UCR a partir de los últimos comicios legislativos y, además, por los sondeos de opinión que muestran a los candidatos del radicalismo mejor posicionados que los del oficialismo comandado por el gobernador Eduardo Fellner.
Abregú, quien hace pocas semanas fue fotografiada durmiendo en su banca mientras sesionaba la Cámara de Diputados de la Provincia, instó a “levantar la bandera de Perón y de Evita, que viene del corazón. Llevamos desde la sangre la justicia social, por aquellos que menos tienen, que son muchos compañeros. Y, la verdad, que este es el mensaje de nuestro presidente y querido gobernador, Eduardo Fellner: que levantemos siempre la bandera de Perón y de Evita y con eso salir adelante, porque nos espera, en el 2015, una batalla campal, y que el enemigo son los radicales, compañeros”, sostuvo, ante un atento auditorio.
“Entonces, entre nosotros, todos juntos, como se motoriza el peronismo, salgamos a caminar las calles, a tocar las puertas y a enamorar al peronismo”, enunció la dirigente, quien, al identificar sólo a los radicales como sus “enemigos”, ratificó implícitamente la alianza que el PJ ya habría sellado con el Frente Unidos y Organizados que en Jujuy comanda la diputada Milagro Sala.
Como indicador de la difícil situación política que vive el justicialismo local, la dirigente dejó planteada la tarea de “enamorar al peronismo”, uno de los desafíos más grandes que, hoy por hoy, tiene el PJ local de cara a sus desencantadas bases.
