A pesar de la inestabilidad económica, los empresarios apuestan a otro mandato de Macri

 A pesar de la inestabilidad económica, los empresarios apuestan a otro mandato de Macri

A pesar de la percepción adversa sobre la situación económica nacional durante el primer semestre de año, las perspectivas para lo que resta del 2018 y para el 2019 son más optimistas y hasta hacen pensar en una mejora en el clima de negocios.

Es más, este panorama con una mirada alentadora hacia los próximos 18 meses le permite asegurar a los ejecutivos la probable reelección de Mauricio Macri en las próximas elecciones nacionales que se llevarán a cabo dentro de un año y que, de cumplirse, le dará al Jefe de Estado otro período de cuatro años al frente de la Casa Rosada.

Una perspectiva que algunos consideran como demasiado arriesgada de sostener en medio de los graves problemas que ha generando la errante política económica adoptada por el Gobierno.

Sin embargo, los ejecutivos y banqueros que participan de este evento empresarial mantienen la confianza en Macri y anticipan que el ordenamiento de las variables financieras, la mejor cosecha que ofrecerá el campo, el incremento del turismo y las inversiones en energía serán factores importantes para que el panorama empresario mejore y que, de esta forma, Cambiemos pueda retener el gobierno.

Al respecto, uno de los principales banqueros locales admitió ante iProfesional su pálpito para los comicios presidenciales del 2019. “Gana Macri y en primera vuelta”, dijo el titular de una de las entidades financieras extranjeras de mayor peso en el país.

Si bien otros hombres de negocios presentes en IDEA no comparten el mismo entusiasmo electoral, la mayoría espera que el actual gobierno continúe por otro período. Muchos porque están convencidos de que lo peor ya pasó y porque las variables macro se irán acomodando y permitirán mejoras en las ventas, en el consumo, en la recuperación de los salarios y en un mejor nivel de actividad.

Otros por el temor al fantasma del pasado. Es decir, a que el kirchnerismo, y más que nada Cristina Kirchner, pueda ser una opción electoral viable para la mayoría de la ciudadanía que la termine por eyectar nuevamente hacia el Sillón de Rivadavia, trono que perdió en el 2015 en manos de Macri.

El kirchnerismo no es precisamente un buen recuerdo para los ejecutivos que participa de los coloquios de IDEA. Todos recuerdan los desplantes de sus funcionarios al evento y cuestionan la enorme cantidad de medidas, normas y reglamentaciones impulsadas por el kirchnerismo en contra del empresariado.

Y la causa de los cuadernos de Centeno, que desnudó el entramado de corrupción ideado por el gobierno anterior para recaudar dinero sucio aportado por empresarios locales, terminó de convencer a los hombres de negocios de rechazar cualquier posibilidad de volver al pasado kirchnerista.

Con esta imagen en sus mentes, los ejecutivos parecen perdonar los errores cometidos por el Gobierno en política económica y tienden a pensar que lo peor ya pasó.

Este pensamiento, de hecho, hasta fue refrendado por el resultado de una encuesta realizada entre 232 ejecutivos, banqueros y empresarios que participan del 54 Coloquio de IDEA y que fue presentada durante la segunda jornada del evento por el consultor Eduardo D’Alessio y el economista Miguel Kiguel.

Resultados positivos que motivaron cierta tranquilidad entre los funcionarios de Cambiemos que llegaron hasta el hotel Sheraton de la zona de Playa Grande para, en algunos casos, exponer y, en otros, hacer acto de presencia.

Es más, los resultados de la consulta se dieron a publicidad un día después de que el INDEC estimara la inflación de septiembre en un 6,5% y mientras el plan económico para encorcetar el valor del dólar y las tasas de interés está en su momento incipiente, luego de la llegada de Guido Sandleris al Banco Central.

En este marco, los hombres de negocios hacen una evaluación negativa sobre el comportamiento de la economía nacional y responsabilizan al déficit fiscal como el principal problema de la situación argentina.

Pero apuntan a una recuperación de las expectativas para el próximo año, aunque en un contexto de recesión, caída de las ventas, menor producción, extensión de los plazos de pago y alto nivel de capacidad ociosa.

Es decir, observan que en el corto y mediano plazo se mantendrán las consecuencias negativas en la economía real y en la producción de la la devaluación y de las duras medidas adoptadas por el Gobierno para combatir la inestabilidad financiera y la volatilidad cambiaria.

Sin embargo, se muestran con otro ánimo a la hora de analizar el escenario hasta diciembre y en especial durante el año próximo, cuando la campaña electoral recrudecerá y el comportamiento de las variables económicas jugarán a favor o en contra de la decisión del presidente Mauricio Macri de ser reelecto por otro período de cuatro años.

Para justificar esta mirada algo más optimista en la encuesta elaborada por la consultora D’Alessio IROL se hace referencia a una reactivación de las exportaciones, a un sostenimiento de las inversiones en términos relativos, al ordenamiento de la inestabilidad financiera a partir del acuerdo con el FMI, a una inflación en baja y a ventas que comenzarán a mostrar señales de reactivación.

En este marco, se estima que las modificaciones cambiarias contribuyen a mejoras en las expectativas de exportaciones ya que el 51% de las empresas que exportan considera que verán incrementos en esta actividad.

Otro 17% de los consultados confía en incrementar las inversiones más que nada entre empresas grandes y vinculadas especialmente a la industria y no tanto a los servicios.

En cuanto a las ventas, cuatro de cada 10 compañías consultadas prevén subas y el segmento de empresas medianas y de servicios son las que se muestran más optimistas.

En este sentido, un 40% de las firmas consultadas por D’Alessio IROL estima un crecimiento de sus negocios aunque con un nivel de rentabilidad que continuará en baja.

Mientras que casi un 56% de los encuestados admite que las perspectivas para el 2019 serán entre mejor y moderadamente mejor que lo que ocurrió en el último semestre del año.

De hecho, un 22% espera mejoras en su rentabilidad, principalmente en el sector servicios ya que la Industria es la que en mayor medida ha sentido el impacto de una disminución en su nivel de operación.

Entre quienes consideran que la situación actual es mucho mejor tuvieron en cuenta factores como el acuerdo con el FMI como facilitador de la financiación externa, la suba del dólar como mejora de las exportaciones, buenas perspectivas económicas y el obetivo del Gobierno de alcanzar el déficit cero.

En cambio, entre los que opinan que el escenario futuro será mucho peor que el actual hacen referencia en la encuesta a la devaluación, la caída del nivel de actividad, baja del consumo, falta de inversiones, altas tasas de interés, imposibilidad de bajar el déficit fiscal, falta de gestión económica, crisis cambiaria, pérdida de confianza y contexto internacional complicado.

De hecho, el escenario obliga a que los empresarios consideren que la generalizada extensión del plazo de pagos se mantendrá o se ampliará en el próximo semestre.

En cuanto al empleo, la mitad de las empresas que participaron de la consulta considera que no tendrá mayores cambios, en tanto un 21% espera incrementar su dotación, mayormente en el sector servicios.

Si bien, en general, no hay un aumento en el nivel de empleo, existen dificultades para la cobertura de puestos jerárquicos y/o empleados con distintos niveles de capacitación.

En referencia a este indicador, entre las compañías consultadas se estima que el incremento de la mano de obra que se dio en años anteriores fue trasladado en menor medida a los precios en el sector servicios.

En tanto, desde la industria se asegura que se mantuvieron los precios relativos a la inflación, los servicios no pudieron hacerlo.

De hecho, para este tipo de compañías los temas salariales y de retención de talento son vitales, mientras que la reforma impositiva lo es para la Industria.

También lo es la preocupación por la generalizada extensión del plazo de pagos que ya se observa y que los empresarios consultados por D’Alessio IROL creen que se mantendrá o se ampliará en el próximo semestre.

De manera paralela, también se reclama un mayor control del gasto público, consenso en temas cruciales y contención de la inflación como las principales demandas de los empresarios al Gobierno.

Para las empresas de servicios los temas relacionados con Recursos Humanos son fundamentales (no solo desde lo salarial, sino también por la necesidad de atraer y mantener el talento).

La reforma impositiva y el crédito son las cuestiones clave para la Industria. La baja de inflación surge nuevamente como una cuestión preponderante para la competitividad. A mediano y largo plazo, se requeriría bajar el gasto público e invertir en educación.

En un panel anterior a darse a conocer la encuesta de D’Alessio IROL, tres empresarios de IDEA dieron la visión corporativa sobre lo que consideran será el futuro inmediato para el país.

En este sentido, Sergio Kaufmann, titular de Accenture, reclamó empezar a comprender que el sector empresarial debe acompañar los cambios y lderar el objetivo de generar riqueza para toda la sociedad.

“Argentina ha sido hasta ahora un fracaso en serie y sistemático pero que va a comenzar a cambiar, y la causa de Centeno y sus cuadernos también nos va ayudar a cambiar”, aseguró el ejecutivo para quien es necesario dejar de “andar por la banquina porque hacer eso es llevarse puesto el futuro de todos”.

A su turno, Carola Fratini Lagos, CEO de Zurich, admitió que el país no ha sido capaz de construir una agenda sustentable. “La historia de corrupción me avergüenza, pero siento esperanza porque hay muchos empresarios que hacemos las cosas bien”, se entusiasmó una de las pocas mujeres empresarias que participa del Coloquio de IDEA.

Asimismo, aseguró que hoy la Argentina tiene oportunidades de ser “algo diferente porque ya sabemos que hay muchas cosas que no queremos que se repitan”.

Puso de relieve que el mercado ya hizo el ajuste, que el país va a volver a crecer el año próximo y que haberse puesto en evidencia la corrupción anterior “demuestra que hacer las cosas mal ha dejado de tener un costo cero”.

Por su parte, Gastón Remy, CEO de Vista Oil & Gas, admitió sentir ansiedad por la crisis, la corrupción y reclamó a sus pares establecer una ética empresarial que frene cualquier intento de volver al pasado.

“No imaginaba el tamaño de algo tan sistémico que me hace sentir frustración y enojo y que me lleva a pensar que no estamos entendiendo la gravedad de lo que nos está pasando desde hace décadas”, advirtió el ejecutivo.

En cuanto a Roberto Murchinson, presidente del Grupo Murchinson, puso el foco en que el Gobierno y las empresas “sigan haciendo lo que hay que hacer que es mejorar la eficiencia y ser más competitiivos”.

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