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Macri empuja la ley de financiamiento político en el Senado para eludir a Carrió
Pero el presidente no se dio por vencido: envió una nueva convocatoria, extendió el plazo de reuniones parlamentarias hasta el 28 de diciembre e incluyó el proyecto sobre fondos electorales del Senado dictaminado hace un mes, para incomodar a Lilita y a sus pares Emilio Monzó, Nicolás Massot y Mario Negri, que habían reclamado ser iniciadores de cualquier ley electoral.
Macri les había concedido el reclamo, incluyó en el llamado a extraordinarias el proyecto enviado a Diputados por Adrián Pérez, secretario de fortalecimiento institucional de la Nación; Silvia Lospennato, mano derecha de Monzó, empezó a reescribir artículos junto a sus pares del PJ, pero Carrió, que siempre estuvo en contra de los aportes privados a los candidatos, incineró la negociación en twitter.
Rogelio Frigerio negoció una votación sin la decena de diputados que arrastra a la chaqueña, pero tras conversar con Monzó y Negri prefirió demorar el debate para 2019 y evitar el escarnio republicano de la socia de la Coalición Cívica.
Federico Pinedo no se rindió y esta tarde convenció a Macri de empezar el debate por el Senado, donde el justicialismo comparte con el presidente motivos para estar apurados: con las denuncias por aportantes truchos y los cuadernos de la corrupción no será fácil para ningún candidato conseguir un contador público que firme un balance de campaña.
Por eso Pichetto ya había negociado con los diputados de Argentina Federal sancionar la ley sin demoras, antes que Carrió complique todo una vez más. El dictamen del Senado contempla un aporte de privados de hasta el 5% de los gastos permitidos de una campaña, mientras que el proyecto de Pérez lo llevaba a sólo 2% y a Lilita no le gustaba. Tal vez decidan ignorarla. Eso parece.