Con banderas de distintos partidos políticos de oposición, los manifestantes derribaron las vallas que protegían la Casa de Gobierno provincial, en donde se fortaleció el operativo de seguridad tras los incidentes de ayer.
Los manifestantes lograron acceder a las escalinatas, donde ayer tuvo lugar el episodio de mayor violencia, aunque no intentaron entrar a la sede gubernamental.
Además de referentes del Acuerdo por el Bicentenario, que llevaba a José Cano como candidato a la gobernación, se acercaron a la zona manifestantes del Partido Obrero y de otras fuerzas de izquierda.
En esta oportunidad, se ubicó una primera hilera de agentes mujeres sobre la explanada de la Casa de Gobierno y atrás se encontraba otro grupo de custodios desarmados y sin equipamiento antidisturbios, a excepción de escudos. Más de una hora después del inicio de la convocatoria, una columna de manifestantes de la UCR volteó la doble hilera de vallas que protegían la Casa de Gobierno y se instaló sobre la explanada de acceso al palacio y en las mismas puertas de hierro.
En tanto, los policías armados estaban apostados dentro del edificio y en las zonas aledañas, pero sin que se produzcan desplazamientos ni preparativos de represión a la vista.
Por otra parte, se registró una pequeña concentración de manifestantes en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, donde se identificaba una bandera de la Juventud Radical Comité capital, algunas insignias con los colores de la bandera argentina y carteles que instaban «Apoyemos a Tucumán».
Ayer, el saldo de la manifestación fue una veintena de heridos, en su mayoría por el impacto de balas de goma y la detención de cuatro personas que participaron de los hechos de violencia. En ambos casos, el reclamo se realizó en repudio a las irregularidades registradas en las elecciones del domingo, entre ellas la quema de 42 urnas admitida por las propias autoridades tucumanas.