No ensucien nuestras banderas
El día de hoy se realiza en nuestra provincia, bajo la excusa de una convocatoria de mujeres a marchar por presuntos “presos políticos”, otra operación destinada a lograr la impunidad de Milagro Sala, dirigente que hoy enfrenta a la Justicia por haber malversado los recursos de los jujeños y haber sometido a la Provincia a una situación de anomia y violencia permanente.
El grupo que organiza esta protesta se respalda, sin ninguna legitimación, en el Encuentro Nacional de Mujeres, que se llevó a cabo en Chaco el pasado octubre. Si bien un sector de mujeres puede haber adherido al reclamo en el Encuentro, quienes participamos podemos atestiguar que no se acordó de manera general ninguna marcha ni convocatoria en este sentido. Tampoco consta ningún documento que disponga una medida de ese tipo en su sitio oficial de internet. Están mintiendo.
Sala no es una presa política: fue la cabeza de una asociación ilícita que instaló un clima de perpetua violencia entre los más necesitados y violó sistemáticamente los derechos humanos de los jujeños. Está acusada de defraudar al Estado Argentino por más de 1.200 millones de pesos. Ello se traduce en 1.836 viviendas que jamás fueron construidas a pesar de haber sido pagadas, en perjuicio de casi dos mil familias.
Este grupo utiliza, en forma espuria, la agenda de género para legitimar su operación de prensa. Milagro Sala no está presa por ser mujer, ni representa los valores de la lucha que las mujeres llevamos adelante por la igualdad de derechos y el fin de la violencia. Todo lo contrario: ella misma es una persona violenta, que victimizó a cientos de mujeres y sometió a otras miles.
Resulta preocupante que se banalicen nuestros reclamos de esta manera. Sin embargo, las mujeres radicales seguiremos luchando por nuestros derechos, a través del desarrollo y la promoción de políticas públicas sustentadas en la normativa vigente. Es nuestro objetivo fundamental garantizar a todas las mujeres el derecho a vivir una vida libre de violencia. Las jujeñas y jujeños valoramos y defendemos la paz social lograda, fruto del Estado de Derecho.
MUJERES RADICALES
