Temor a una crisis prolongada

 Temor a una crisis prolongada

Fue una jornada de creciente desconfianza en los mercados mundiales. Hay temor a que se profundice la crisis. Fuerte caída de los mayores bancos alemanes. El rescate griego, en problemas. Pese al feriado, las empresas argentinas sufrieron el impacto.

Los planetas parecieron alinearse ayer en el universo financiero para alimentar los peores presagios sobre el futuro inmediato de la economía mundial. Tanto Wall Street, principal plaza accionaria mundial, como las mayores bolsas europeas, se desplomaron ayer en una jornada en la que todos los mercados parecieron pendientes de nuevas bajas en el precio del petróleo (ver nota abajo, en esta misma página), el empeoramiento de los mercados periféricos de deuda y las incógnitas que resurgen sobre la situación económica global. Si bien no hubo mercados en Argentina por el feriado de Carnaval, el impacto negativo llegó hasta los papeles representativos de empresas argentinas a través de la cotización de los ADR en Nueva York, que verificaron muy fuertes caídas. En particular, los títulos vinculados a empresas del sector energético.

La Bolsa de Tokio, la primera en cerrar por huso horario, perdió 5,4 por ciento en su índice principal, el Nikkei, reflejando desde temprano sobre Occidente el alto grado de desconfianza en los mercados. En las Bolsas europeas, el desánimo llegó a afectar a los dos mayores bancos privados de Alemania, Deutsche y Commerzbank, que registraron bajas en sus cotizaciones superiores al cinco por ciento, después de haber padecido retrocesos del orden del 10 por ciento el lunes. Deutsche, el primer banco del ranking, acumula pérdidas en la Bolsa de Frankfurt del 39,5 por ciento desde comienzos de año, y del 56,6 por ciento en los últimos seis meses. La preocupación llegó a tal punto que el presidente de la Junta Directiva de la entidad, John Cryan, publicó en la web una carta al personal afirmando que “el Deutsche Bank es absolutamente sólido en vista de su fortaleza de capital y sus posiciones de riesgo”. Este comunicado sucede al publicado el lunes por las mismas autoridades, en el cual aseguraban que contaban con solvencia para abonar los intereses de deuda convertible emitida en 2014. Esos intereses ascienden a unos 350 millones de euros y deben ser abonados a fines de abril.

Otra cuestión que irradia incertidumbre es el derrumbe que registra el mercado griego, después de varios planes de “rescate” que non han hecho más que agravar la situación económica y social del país ahora gobernado por Alexis Tsipras. La plaza bursátil de Atenas registró ayer un retroceso del 8 por ciento. Esta situación golpeó sobre todas las bolsas europeas: Milán cayó 4,69 por ciento; Madrid 4,44; Frankfurt 3,30; París 3,20; y Londres, 2,71 por ciento. Los representantes de los acreedores de Grecia-Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y el FMI abandonaron Atenas a fines de la semana pasada sin lograr un avance de importancia en la primera ronda de negociaciones para la revisión del tercer “rescate” del país. Ambas partes dejaron sin tratar temas como la reforma de pensiones, que ha sido el centro de la demanda de los acreedores pero también el eje de las multitudinarias protestas en las calles de Atenas de los últimos días. El riesgo de inestabilidad política que perciben en Ginebra sobre el gobierno de Tsipras llevó el rendimiento del bono de deuda griego por encima del 10 por ciento, y el riesgo país de Atenas a 996 puntos básicos. También ha subido la prima de riesgo de Portugal y de Italia en la jornada.

Pero, además, sobre el ánimo de los mercados pesa el pesimismo sobre el futuro de la economía de los países centrales. Los datos difundidos el viernes último sobre el mercado laboral de Estados Unidos ha llevado a pensar que la recuperación de ese país no es tan robusta como se suponía, aunque ayer la Casa Blanca insistió en proyectar un crecimiento del 2,6 por ciento para este año y una cifra similar para 2017, en el Presupuesto enviado al Congreso. El mercado ya descuenta que la Reserva Federal subirá los tipos de interés, absorbiendo inversiones que podrían tener otro destino. Como si fuera un bumeran, contagiado por el descalabro europeo Wall Street cerró sus operaciones con fuertes pérdidas.

En ese marco, los ADR argentinos verificaron muy fuertes caídas, en especial los papeles vinculados al negocio de hidrocarburos, aunque la baja fue amplia. Edenor bajó 11,17 por ciento, seguido por Tenaris con un descenso de 4,45 por ciento, al tiempo que Petrobras bajaba 3,03 por ciento y Banco Francés, 3,13 por ciento. Entre los pocos papeles argentinos con movimiento positivo en la jornada, se destacó Cresud con un alza del 3,26 por ciento.

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