Ya era hora de aceptar que hay un tercer sexo

 Ya era hora de aceptar que hay un tercer sexo

No ser ni mujer ni hombre es un problema fundamental para los intersexuales. Sin importar cuántas son las personas afectadas, la política debería haber actuado mucho antes, dice Christoph Strack.

La claridad del reporte del Consejo alemán de Ética con el título «Intersexualidad» impresiona: «Nací en 1965 con un grave defecto coronario y órganos genitales no claramente definidos ni como hombre ni como mujer. Fui bautizado/a inmediatamente porque los médicos creían que no sobreviviría…Pero me robaron mi identidad, mi dignidad, y ahora me levanto para recuperarla», cita el estudio uno de los casos.

El Consejo de Ética, por encargo del Gobierno de Alemania, venía estudiando la situación de las personas intersexuales desde 2010. Y ya en 2012 profirió una recomendación a los políticos especialistas.

El Tribunal Constitucional Federal falló apenas este 8 de noviembre, pero los Gobiernos federales debieron haber reconocido la especial situación de los intersexuales en 2012, cuando el Consejo de Ética concluyó que «es una violación del derecho al desarrollo libre de la personalidad obligar a una persona a declararse hombre o mujer, cuando su identidad pertenece, realmente a la de una persona intersexual”.

Por lo tanto, es conveniente garantizar legalmente que estas personas, además de la inscripción de género «femenino” o «masculino”, puedan seleccionar «otro”, o decidirlo más tarde, según su propia convicción. Conclusiones respaldadas en el Consejo de Ética tanto por laicos como por religiosos. Sus reportes son un recordatorio del sufrimiento de las personas intersexuales.

Los principales jueces de Alemania se basaron exactamente en estos estudios. Si bien su decisión aparece como una noticia espectacular, la preparación para llegar a este fallo fue profunda y a conciencia.

Una indiferencia vergonzosa

Solo que después de tan clara – y temprana – recomendación del Consejo de Ética, el Parlamento debió de haber actuado hace mucho tiempo.

Christoph Strack , de DW Christoph Strack , de DW

La indiferencia y desidia de los políticos es más que vergonzosa ante el gran valor que posee dicho gremio ético.

Es necesario definir: la intersexualidad es una variación biológica. Y la importancia de su reconocimiento no tiene nada que ver con que solo haya unos cientos o decenas de miles de casos al año.

Los relatos de las personas afectadas demuestran que la intersexualidad debe ser evaluada de manera diferente de la transexualidad, que dicho en palabras simples: se trata de hombres que nacieron en cuerpos de mujeres, y mujeres en cuerpos de hombres.

Tras la mayoritaria decisión de la Corte Constitucional Federal, de siete votos a favor y uno en contra, es ahora el Bundestag el que está en mora de legislar, rezagado detrás de la Comisión de Ética. Esta debería ser una de las primeras tareas del nuevo Parlamento.

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