Mientras la imagen de Milei se erosiona y el antimileísmo crece como identidad, Gerardo Morales sale del letargo para rearmar la política jujeña. En Buenos Aires, septiembre será el último llamado al cuerpo a cuerpo electoral. Si Milei cae allí, su plan económico quedará sin sostén ni relato.

Mientras el oficialismo festeja un superávit dibujado y la motosierra apunta al pueblo, el plan económico de Milei ya muestra su verdadero rostro: un experimento financiero tan insostenible como inmoral. En esta editorial, desnudamos el cinismo, el negocio y los peligros de una estrategia sin anclaje productivo ni futuro colectivo.