En una época donde la política suele mostrarse distante, burocrática y blindada, la ciudad de Monterrico empieza a trazar un nuevo paradigma de liderazgo. En vez de despachos herméticos, operativos mediáticos y discursos vacíos, aquí el intendente camina al lado del vecino, escucha en zapatillas, trabaja incluso los domingos y transforma palabra en obra concreta. Luciano Moreira, el jefe comunal tabacalero, demuestra que gobernar es, ante todo, servir.
Este domingo volvió a sorprender: sin custodios, sin escenario, recorrió tres barrios —El Milagro, Sagrado Corazón de Jesús y Cooperativa— junto a su secretario de Servicios, Sergio Caucota. Allí anunció la inminente colocación de luminarias LED, una obra que no se grita: se hace y se cumple al día siguiente. Mientras otros especulan o administran promesas, Moreira convierte los domingos en jornadas de gestión directa.
La transformación lumínica de Monterrico no es solo un símbolo de obra pública: es el ejemplo de cómo la política puede alumbrar caminos reales. El programa “Monterrico Ilumina” ya cambió el rostro del casco céntrico y avanza sin pausa hacia los barrios más alejados, demostrando que el progreso no se mide por el presupuesto, sino por la voluntad y la convicción.

Los barrios La Caravana, La Merced, La Tupac y El Tabacalero ya disfrutan del nuevo sistema. Hoy se suman El Milagro, Sagrado Corazón y la Cooperativa. Mañana lunes comenzará la obra. Pero además, se confirmó que se iluminará el tinglado del Polideportivo y todo el perímetro del cementerio municipal.
En tiempos donde la distancia entre dirigentes y ciudadanía parece una grieta irreconciliable, en Monterrico el intendente comparte el suelo, el frío y los problemas. Camina sin escenografía, atiende sin protocolo, escucha sin demagogia y resuelve sin mirar el color político del vecino.
Porque gobernar no es repartir favores, ni posar en redes, ni leer encuestas. Gobernar es hacer. Y Luciano Moreira lo hace caminando, sin excusas, sin interrupciones y sin especular con el calendario electoral.
Monterrico no solo ilumina sus calles. Está iluminando una nueva manera de hacer política.