El 3 de julio, la Plaza Belgrano de San Salvador de Jujuy será escenario de una acción tan silenciosa como poderosa: los trabajadores del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), nucleados en APINTA – Seccional Yuto, llevarán su labor a la calle para visibilizar el impacto directo que están teniendo los recortes impulsados por el gobierno nacional en ciencia y tecnología. La actividad no será solo una muestra institucional, sino un grito colectivo por el futuro de la producción agropecuaria en las regiones más desafiadas del país.
Un ataque al corazón productivo del norte argentino
La mutilación presupuestaria que sufre el INTA bajo la lógica del «déficit cero» afecta especialmente a sus unidades ubicadas en áreas subtropicales y tropicales, como es el caso de la Estación Experimental de Yuto. Estos territorios no solo son claves para la producción de frutas, caña de azúcar, hortalizas y ganado menor, sino que históricamente dependen del saber técnico y científico para hacer frente a las condiciones climáticas extremas, las plagas y los problemas estructurales del desarrollo rural.
Recortar al INTA es amputar décadas de investigación, de extensión rural, de trabajo codo a codo con los pequeños productores. Es resignar soberanía alimentaria y productividad en nombre de un ajuste que castiga el conocimiento y la innovación.
La ciencia no es gasto, es inversión
Lejos de ser un gasto, el INTA es una inversión estratégica. Su trabajo garantiza no solo mejoras en la eficiencia y la calidad de la producción agrícola y ganadera, sino que democratiza el acceso al conocimiento entre los sectores más postergados. En regiones asimétricas como el Ramal jujeño, el INTA cumple un rol que ninguna empresa privada asumirá: formar, asesorar y sostener las bases de un modelo agropecuario inclusivo y sostenible.
Una lucha por el derecho al futuro
La jornada de visibilización que protagonizarán los trabajadores del INTA se enmarca en una lucha mayor: la defensa de un modelo de país que apueste por la ciencia, la tecnología y el desarrollo federal. Si la motosierra también pasa por los saberes que alimentan la tierra, no solo perderemos competitividad; perderemos el futuro.
Desde Perico Noticias adherimos a la consigna: «Sin ciencia, no hay producción. Sin INTA, no hay campo que avance».