San Salvador de Jujuy – Julio 2025. La reciente publicación del índice de inflación de junio elaborado por la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos (DIPEC) dejó más perplejidades que certezas. Según el organismo oficial, Jujuy habría registrado apenas un 0,8% de variación de precios en el mes. Sin embargo, el economista y diputado provincial de la izquierda, Gastón Remy, salió con dureza a cuestionar este dato que, según sus palabras, “no se condice en absoluto con la realidad económica que viven los trabajadores jujeños”.
Desde sus redes sociales, Remy destrozó la aparente tranquilidad de los números oficiales: “¿En serio 0,8%? ¿Alimentos al 0%? Eso es una ficción técnica que ignora el drama cotidiano de las familias jujeñas. Carne picada subió 5,1%, aceite 3,4%, queso 3%, pollo 2,3%. ¿Dónde no hay inflación?”. El legislador apuntó al núcleo duro de la manipulación técnica: la ponderación de verduras y frutas estacionales en el índice, que arrastran el promedio hacia abajo. “Es un número ‘neto’, artificial. Pero la verdad no baja al changuito”, sentenció.
La inflación maquillada y el salario licuado
Lo más grave para Remy no es solo la manipulación estadística, sino sus consecuencias políticas y sociales. “A junio, la inflación acumulada en Jujuy ya es del 15,5%, mientras el salario mínimo sigue sin actualizarse. En el caso de los docentes, el incremento apenas llegó al 14,4%. Esta brecha erosiona el poder adquisitivo, pero sobre todo profundiza la desigualdad”, señaló.
En este sentido, acusó al gobierno provincial de utilizar las estadísticas para ocultar una crisis de ingresos que golpea de lleno al bolsillo popular. “Que Jujuy tenga menos inflación que el NOA o que el promedio nacional no solo es dudoso, es indignante. Se trata de un relato armado para tapar el ajuste que estamos padeciendo”, disparó.
“El relato técnico no puede ocultar el hambre”
El análisis de Remy no se quedó en los datos, sino que apuntó a una lectura estructural: la desconexión entre los informes oficiales y la realidad social. “Mientras el Gobierno festeja una baja inflación dibujada, los comedores comunitarios están desbordados, los jubilados no llegan a fin de mes, y los jóvenes no pueden pagar un alquiler. Esta es la otra cara de Jujuy que no entra en la planilla Excel de la DIPEC”, ironizó.
También advirtió sobre el efecto político de estas cifras: “Cuando los gobiernos deforman las estadísticas para construir un relato, pierden legitimidad. La gente no es tonta. Sabe lo que cuesta el kilo de carne, el litro de aceite, el boleto de colectivo. Sabe lo que no puede comprar. Y eso también es un dato.”
La inflación “neta” y el desafío político
Remy propuso que se divulgue el índice de inflación núcleo –sin componentes estacionales–, para reflejar la verdadera dinámica de precios. Y llamó a los legisladores a discutir herramientas más transparentes de medición y control. “El ajuste no puede esconderse detrás de tecnicismos. Necesitamos un debate político serio sobre la inflación, el poder adquisitivo y la distribución del ingreso”, sostuvo.
¿Para qué sirve el índice, si no refleja la realidad?
La reflexión final del diputado no deja dudas: “En la provincia con el salario mínimo más bajo del país, donde los servicios siguen subiendo y la brecha social se amplía cada mes, presentar un índice de 0,8% de inflación es un insulto a la inteligencia de los jujeños. Es hora de que el gobierno rinda cuentas de la verdad que se oculta detrás del número”.
Remy puso sobre la mesa un debate impostergable: la necesidad de recuperar la confianza en los datos públicos. Porque sin verdad, no hay democracia. Y sin justicia distributiva, no hay futuro.