“El Senado se juega: entre los derechos vulnerados y los escándalos que el gobierno quiere ocultar”

“El Senado se juega: entre los derechos vulnerados y los escándalos que el gobierno quiere ocultar”

Ayer, el Congreso vivió una jornada que desnuda con crudeza la verdadera prioridad del gobierno: los intereses financieros por encima de los derechos de millones de argentinos. Mientras el Senado se prepara para tratar la emergencia pediátrica y otros temas que la Casa Rosada preferiría mantener en la sombra, la Cámara de Diputados dio señales claras de tensión entre el poder político y las necesidades de la ciudadanía.

El rechazo al veto presidencial sobre la emergencia en discapacidad fue un triunfo de la sociedad civil y de quienes defienden derechos fundamentales. Sin embargo, el gobierno logró sostener, con apenas un tercio de los votos, el veto al aumento de jubilaciones, negando a millones de argentinos y, en especial, a mujeres que trabajaron toda su vida, la posibilidad de acceder a una jubilación justa. Esta decisión no es un mero trámite presupuestario: tiene consecuencias directas sobre la vida y la supervivencia de quienes dependen de sus haberes para cubrir necesidades básicas y medicamentos esenciales.

A esta realidad se suman escándalos de una gravedad alarmante. El caso Fentanilo, con 96 muertes confirmadas por un medicamento contaminado, expone la falta de control y responsabilidad de actores estatales y privados. La detención del dueño del laboratorio HLB Farma y de su equipo técnico demuestra que la negligencia y la corrupción pueden costar vidas, mientras el gobierno busca minimizar su implicancia política.

Pero no termina ahí: el despido de Diego Españolo, titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, por audios que revelan maniobras de corrupción y favoritismo hacia funcionarios cercanos al poder, evidencia un entramado donde la ética y la integridad pública son moneda de cambio. La desprotección de los sectores más vulnerables de la población —personas con discapacidad, jubilados y niños— contrasta con la prioridad que se le da al pago de deuda y a los beneficios de un reducido grupo de financistas.

  Sadir fortaleció en Antofagasta el rol de Jujuy en el Corredor Bioceánico

Lo que sucedió ayer no es un episodio aislado: es la confirmación de que, en la Argentina actual, la política se mide en términos de intereses económicos y poder, mientras los derechos fundamentales son negociables. La ciudadanía merece transparencia, responsabilidades claras y un Congreso capaz de hacer valer la ley por encima de los intereses del Ejecutivo.

Si el Senado confirma el rumbo de la Cámara de Diputados y rechaza los vetos que perjudican a los más vulnerables, habrá un primer paso hacia la justicia social. Pero los ojos del país deben permanecer atentos: no solo se juega la política, sino la vida de millones de argentinos.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *