Un hecho criminal con móviles políticos
El atentado contra el concejal Walter Cardozo es un golpe directo a la democracia en Perico. No se trata de un acto aislado de vandalismo, ni de un ajuste de cuentas personal: es un hecho político, planificado y ejecutado para intimidar a quien hoy encarna la resistencia a la corrupción enquistada en el municipio. Lo dijo el propio Cardozo en la audiencia con los detenidos: “pido que no muera la investigación en dos perejiles, que paguen los autores intelectuales y que se desnude el móvil político que está lapidando las instituciones, la democracia y el bien común en la ciudad de Perico”.
Una investigación impecable que abre caminos
La Brigada de Investigaciones actuó con rigor y profesionalismo, trazando un mapa exaustivo a partir de cámaras de seguridad: desde las salidas de exploración previas al hecho vandálico, hasta los movimientos posteriores en el domicilio donde los atacantes se resguardaron. Ese trabajo es la prueba de que se puede llegar mucho más lejos. El desafío ahora es que la Justicia dé un paso más: identificar a los autores intelectuales.

Aquí entra en juego la pericia digital. Técnicamente, es posible reconstruir toda la ruta de los celulares implicados aunque se haya intentado borrar datos. El procedimiento es claro:
- Extracción forense de la información residual en los dispositivos.
- Recuperación de registros en la nube, donde permanecen copias de seguridad.
- Triangulación de antenas que permiten ubicar geográficamente a los sospechosos en los días previos y posteriores al ataque.
- Historial de llamadas y mensajes que, aunque eliminados, quedan grabados en los sistemas de las compañías telefónicas.
Con estas herramientas, no hay margen para la impunidad: los movimientos, las comunicaciones y los vínculos quedarán al descubierto.
El daño material y el coraje político
El ataque a la camioneta de Cardozo fue devastador: la parte delantera destruida, motor, capó, vidrios, el interior arruinado por humo y calor. Un daño económico enorme para un edil que hoy se desplaza en remis o caminando. Aún así, no bajó los brazos. Su cuerpo, su voz y su dignidad siguen en la calle denunciando lo que muchos callan. Y lo hace con una convicción que retumba: “ningún acto criminal puede terminar con la prisión de dos perejiles, hay un móvil político y autores intelectuales que también deben pagar”.

Una democracia herida
Lo más grave no es solo la violencia, sino el contexto que revela Cardozo. Uno de los detenidos sería empleado municipal, con vínculos directos con sectores del Ejecutivo y la hinchada de Talleres donde milita el concejal Enrique Rojas, como también «Pascualito» el hijo del mandatario local -concejal electo-. En su relato, Cardozo recordó otro hecho impune: el ataque al periodista Oscar Valderrama, apuñalado en un contexto de persecución política. “Entonces, cuando se exige transparencia, estos contestan con violencia, y eso no hay que permitirlo. No queda bien para la sociedad periqueña, para todo un pueblo, que la democracia de Ficoseco sea utilizada como si estuviera gobernando Videla y Galtieri”, sentenció el edil.

Justicia o barbarie
La sociedad de Perico ya entendió lo que está en juego: no es la suerte de un concejal, es el derecho de todos a vivir en una democracia donde el debate se resuelva con ideas y no con fuego. La Justicia tiene ahora la obligación moral y técnica de ir más allá de los autores materiales, de llegar al corazón de la trama y exponer a quienes financiaron, planificaron y ordenaron este atentado.
Porque si no caen los autores intelectuales, Perico no habrá ganado justicia: habrá perdido la última frontera entre la ley y la barbarie.