Pascuttini encendió Perico y se puso al frente del peronismo jujeño con una convocatoria cultural, generacional y moral
Perico vivió hoy un acto político de alto voltaje. Pedro Pascuttini —nacido a metros de aquí, en la zona de El Bordo–La Isla— volvió a presentarse como el emblema del ascenso social que parió el peronismo en la Argentina: hijo de trabajadores, profesional, empresario que dirige uno de los complejos productivos más importantes del país, y ahora candidato del frente Primero Jujuy Avanza, decidido a ponerle un freno a la pobreza, la corrupción y la demolición del empleo.

“Basta. Hasta aquí llegaste, Milei. Este es el límite”, lanzó desde el escenario, en un discurso que combinó épica popular y hoja de ruta concreta. Su mensaje hincó el diente donde más duele: en la vida real de las familias jujeñas y en la defensa de la soberanía económica frente a la injerencia externa. “No me voy a rendir ante la impunidad ni ante los que ajustan a los más humildes”, subrayó.
El peronismo jujeño pelea contra un Estado que, según múltiples denuncias, se ha vuelto permeable al narcotráfico y contra la polémica del “3%” que salpica a la cúpula presidencial; no vamos a dejar que nuestros jóvenes caigan en esas filas que degradan la entereza y la moral que como padres les inculcamos.

Unidad peronista y reconciliación generacional
Pascuttini sostuvo que la “revolución cultural” ya está en marcha: primero ordenó las diferencias internas del peronismo —“el peronismo de la unidad está acá”— y ahora convoca a la sociedad entera a reconciliar generaciones. Miró a la juventud y les habló sin rodeos: “El peronismo es libertario y rebelde por ADN. La rebeldía no es destruir a tus viejos: es defenderlos cuando el ajuste les roba el trabajo y la dignidad”. Pidió “un poco de empatía juvenil” para con madres y padres “hoy hundidos en el lodo” de la crisis.
Soberanía y trabajo: de las consignas a los compromisos
Para Pascuttini, la discusión excede lo económico: es cultural y de poder. “No vamos a permitir que nos quiten la soberanía ni que decidan por nosotros desde afuera”, dijo, en alusión a los intentos de condicionar la política cambiaria y fiscal de la Argentina. Pero enseguida bajó a tierra:
- Empleo digno ya: “Salario que alcance, trabajo que pague dignamente”.
- Motor productivo: priorizar la producción, la salud, la educación, la seguridad como patas de un mismo proyecto.
- Industria jujeña primero: defensa activa del complejo tabacalero, azucarero y minero, con agregación de valor local y cadenas de proveedores jujeños.
- Crédito sano: combate a la usura y a la timba financiera que vacía bolsillos y empresas.
- Estado que sirva: “Ni elefante ni bobo: un Estado que planifique, cuide y potencie”.
“Volvemos a creer en una vida buena”
“Volvemos a pensar que podemos tener una vida buena: la casa, el empleo que paga en tiempo y forma, la posibilidad de crecer”, afirmó, reivindicando el peronismo genuino, “de la justicia social y el bienestar de todos”. Denunció que el rumbo nacional es “autoritario y miope”, obsesionado con la macro y de rodillas ante los poderosos, mientras ajusta a jubilados, estudiantes, pymes y trabajadores.

Un llamado a ordenar la provincia desde abajo
Pascuttini prometió ordenar la economía provincial desde la producción: encadenar campo, industria y minería con logística, ciencia y tecnología, abriendo mercados sin entregar la palanca del desarrollo. “No se trata de discursos: se trata de proyectos, objetivos y modo de vida”, marcó, con énfasis en que cada peso que genere Jujuy “se invierta en Jujuy”.
Juventud, espejo y futuro
En uno de los tramos más aplaudidos, pidió a los pibes “mirarse al espejo”: “La rebeldía no es likear bronca: es organizar esperanza. Si hoy tus viejos están peor que nunca, no te resignes: defendelos. Este peronismo te quiere protagonista y con laburo de verdad”.
“Vamos a vencer”
El cierre fue un mitin a la vieja usanza: “Vamos a luchar, vamos a pelear, vamos a vencer”, enumeró. Y dejó su sello: “Pascuttini es el jujeño que da garantías de defendernos a todos los jujeños. Vamos a poner un límite a este modelo, a recuperar el salario y a hacer girar la rueda del trabajo. Jujuy no se rinde”.
Con la Sede encendida y una consigna clara —unidad para cuidar el bolsillo y la patria chica—, Pedro Pascuttini salió de Perico con algo más que una foto: un contrato cívico en el que la juventud, las familias trabajadoras y el peronismo unidos prometen volver mejores… porque ya lo conocimos y lo vivimos.
Este 26 de octubre, cabeza en alto y voto en mano: trabajo, dignidad y patria—¡Pascuttini al Congreso para defender Jujuy!