Santiago Caputo se fue a esquiar al sur y Francos no participó de las negociaciones con la oposición por el DNU de la SIDE.
El gobierno vivió horas de un default político y no encaró las negociaciones con la oposición para evitar la serie de derrotas que configuraron una semana negra para Javier Milei en el Congreso.
Santiago Caputo se fue a esquiar a la Patagonia en medio de dos de sus principales derrotas: la designación de Martín Lousteau como presidente de la Bicameral de Inteligencia y el rechazo de Diputados al DNU que amplió los fondos reservados de la SIDE en 100 mil millones de pesos.
El asesor estrella quedó expuesto tanto por la derrota legislativa como por la guerra que desató con Mauricio Macri, un sostén clave de Milei desde aún antes del ballotage. El ataque furibundo al ex presidente por parte de los trolls de Caputo, exhibieron una debilidad del líder de los Peaky Blinders: ataca pero no previene los conflictos y menos aún los soluciona.
Guillermo Francos, que ascendió de Interior a jefe de gabinete durante el tratamiento de la ley bases, tampoco sirvió como un canal de negociación. Era normal verlo a Francos recorriendo despachos del Congreso antes del tratamiento de la ley y en los palcos durante las votaciones, pero ahora no aparece.
«Está enfocado en un rol de canciller más que de jefe de Gabinete, todavía está esperando la embajada en Londres», dijeron a LPO en el gobierno. Su vicejefe José Rolandi no apareció por el Congreso, ni tampoco María Ibarzábal, la joven funcionaria que mandó Santiago Caputo para defender la ley bases.
El ataque furibundo al ex presidente por parte de los trolls de Caputo, exhibieron una debilidad del líder de los Peaky Blinders: ataca pero no previene los conflictos y menos aún los soluciona.
«Aunque parezca una locura nadie del gobierno habla con nosotros desde la ley bases», comentó a LPO el jefe de uno de los bloques dialoguistas.
Lisandro Catalán, que reemplazó a Francos en Interior, no cae bien entre los senadores porque empezó a hacer ruido en las provincias con el armado libertario. El tucumano no levantó el teléfono ni cuando Mauricio Macri dejó trascender que iría contra el DNU.
Los dialoguistas aseguran que Milei «está escondido» y no se trata de un momento cualquiera: el Senado le puede asestar al Ejecutivo la tercera derrota de la semana si el jueves le da sanción definitiva al proyecto de modificación de los haberes previsionales que rompería el rumbo macroeconómico que lleva adelante el gobierno.
Respecto de Ariel Lijo, en el Congreso aseguran que el juez se autogestiona los votos y no recibe ayuda de la Rosada, pese a que fue Milei quien lo propuso para la Corte Suprema.