Deuda para competir vs. presupuesto para resistir: Kicillof acelera al 2027 y Jujuy espera a Sadir

Deuda para competir vs. presupuesto para resistir: Kicillof acelera al 2027 y Jujuy espera a Sadir

Kicillof movió el tablero: presentó su Presupuesto con pedido de endeudamiento por USD 3.035 millones y ató un fondo de ayuda a intendentes a la autorización legislativa. Es un diseño de “finanzas con propósito”: fondeo externo para capex, blindaje de caja para municipios y una señal explícita al mercado político—escala y velocidad para llegar competitivo a 2027. La oposición lo rechaza en bloque, pero el mensaje quedó claro: sin crédito no hay obra, sin obra no hay narrativa de futuro.

La pregunta inevitable viaja 1.500 km al norte: ¿qué hará Carlos Sadir con el Presupuesto 2026 de Jujuy? En una provincia con salarios reales erosionados, inversión pública en pausa y un sector privado raquítico, seguir con contabilidad de supervivencia es elegir la irrelevancia. El “modelo caja chica” no enamora a nadie: ¿habrá recomposición salarial por encima de inflación (con cláusula de revisión trimestral), un plan de empleo privado apuntalado por incentivos sectoriales y financiamiento de capital de trabajo para economías regionales? O, dicho en criollo: ¿vamos a crecer o a aguantar?

El playbook bonaerense (y por qué importa)

  • Timing: pedir deuda ahora es comprar tiempo y obra cuando las tasas globales insinúan ciclo bajista 2025–2026.
  • Asignación: la discusión no es deuda sí/no, sino deuda para qué: rutas, agua/energía, salud, conectividad, escuelas técnicas y polos productivos.
  • Gobernanza: condicionar fondeo a metas, hitos y auditoría reduce el “riesgo política”. Es lo que la oposición debería exigir, no bloquear.

El pendiente jujeño: de la planilla a la calle

Sadir tiene tres decisiones que definen su 2026:

  1. Salarios: esquema paritario-indexado (mensual o bimestral) con bonos por desempeño en salud/educación/seguridad. Sin poder adquisitivo, no hay paz social.
  2. Empleo privado: paquete pro-inversión (créditos blandos + garantías provinciales + alivio impositivo temporal) para agro, frutihortícola, vitícola, tabaco reconvertido, turismo de altura, metalmecánica y proveedores mineros.
  3. Obra pública inteligente: foco en obra chica intensiva en empleo (agua, cloacas, pavimento, conectividad digital, microparques), y alianzas PPP para proyectos tractores (logística del corredor bioceánico, energía distribuida, parques solares medianos).
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La macro no perdona la inacción

La recesión no cede por decreto. Ajuste sin horizonte destruye consumo y recaudación; gasto sin productividad solo patea la lata. El punto medio es gestión de portafolio: gastar donde multiplica PBI y empleo, financiar donde acelera exportables, y ordenar pasivos con perfil de vencimientos compatible con la caja provincial.

2027 ya empezó

Kicillof entendió que la competitividad política se construye con obra visible + salarios que llegan + crecimiento medible. Si Jujuy no recompone ingresos, no capitaliza empleo y no articula crédito, quedará en modo administración mientras otros juegan campeonato. El electorado ya “cambió de pecera”: premia eficiencia, entrega y resultados.

Mensaje final: deuda responsable no es ideología, es ingeniería. El dilema real no es “tomar o no tomar”, sino qué activo deja, cuántos empleos crea y cómo se paga. Buenos Aires ya puso el tema en agenda. Jujuy, te toca mover.

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