Monterrico venía pidiendo un cambio y ya lo está transitando—literalmente. El intendente Luciano Moreira dio inicio a la pavimentación de la calle Islas Malvinas, una obra emblemática largamente anhelada por vecinos fundadores de San Isidro, Santa Rita y Techo 2000. Son 700 metros estratégicos que unirán Toribio Cayón con la histórica avenida 9 de Julio, cerrando un circuito clave para el tránsito, el comercio y los servicios esenciales.

El mensaje es simple y contundente: lo que Moreira promete, Moreira lo hace. Su agenda 24/7 está demostrando que la gestión puede ser un puente de confianza entre la ciudadanía y el municipio. Esta obra no es un hecho aislado, sino una pieza de una hoja de ruta que busca aumentar la conectividad, reducir costos logísticos, ordenar el tránsito y elevar el estándar urbano de la ciudad.

La intervención sobre Islas Malvinas funciona como multiplicador: mejora el acceso a escuelas y centros de salud, facilita el ingreso de transporte público y de cargas, y potencia el frente comercial barrial. A su vez, ordena escorrentías, disminuye polvo en suspensión y baja tiempos de traslado—impactos concretos que la gente percibe desde el primer día.

“Más que nunca, la ciudad está en marcha”, remarcó el jefe comunal. La frase no es eslogan; es un contrato de gestión. Cada avance sella la simbiosis entre una comunidad que se involucra y un intendente que ejecuta: planificación, licitaciones transparentes, frentes de obra activos y metas con cronograma público.

El caso Islas Malvinas sintetiza la estrategia: inversión en infraestructura dura para habilitar oportunidades blandas (empleo, comercio, seguridad, integración). Cuando el pavimento llega, también lo hace la economía de barrio: sube el valor de las propiedades, se reactivan oficios, crecen los servicios y la ciudad ofrece mejores condiciones para invertir.
Monterrico respira cambio. La obra que los vecinos esperaron por más de cuatro décadas hoy avanza a paso firme. Con ese pulso, la gestión Moreira convierte una consigna en un hecho: la transformación ya no se discute, se camina.
