Litio sin derrame: ¿para quién trabaja la nueva riqueza de Jujuy?

Litio sin derrame: ¿para quién trabaja la nueva riqueza de Jujuy?

Jujuy está en el mapa del litio de manera consolidada. Dos complejos en producción —Olaroz (Arcadium Lithium, ex Allkem/Livent) y Cauchari-Olaroz (Minera Exar)— y la participación estatal vía JEMSE confirman que la rueda gira. Pero el balance social y productivo no cierra: los salarios no despegan, el empleo local calificado es escaso, y el “compre jujeño” aún no mueve la aguja del tejido PyME. Si el litio vino a cambiar la matriz, ¿por qué la vida cotidiana sigue igual?

Primero, los datos duros. En Jujuy la empresa provincial JEMSE tiene una tenencia accionaria minoritaria (8,5%) en Cauchari-Olaroz y en Sales de Jujuy (Olaroz). Esa arquitectura asegura dividendos estatales cuando hay utilidades, pero no sustituye políticas activas de encadenamiento local.

Segundo, el régimen económico. En Argentina las regalías mineras provinciales están topadas por ley hasta 3% del “valor boca de mina”. Es un techo bajo para una cadena global de altísimo valor agregado y explica por qué sin reglas de contenido local, compras provinciales y fondos de desarrollo, el “derrame” no ocurre solo.

Tercero, el contexto internacional. El precio del carbonato de litio se desplomó ~78% interanual por sobreoferta y enfriamiento de la demanda, y 2024 cerró con precios mucho más bajos que el pico 2022. Resultado: menos caja, más presión por eficiencia y, si no hay política, más importaciones de bienes y servicios desde fuera de la provincia.

Cuarto, la ventana de oportunidad. Aun con precios deprimidos, Argentina proyecta aumentar fuerte la producción hacia 2026, y el país avanza en tecnologías más eficientes como la Extracción Directa de Litio (EDL) a través de acuerdos Y-TEC–XtraLit. Si Jujuy no coloca condiciones “pro-encadenamientos” ahora, perderá poder de negociación cuando el volumen crezca.

¿Dónde estamos parados localmente? Jujuy creó un Registro Provincial de Proveedores Mineros para ordenar la oferta y priorizar el compre local. Es un paso correcto, pero insuficiente si no se convierte en cuota obligatoria, metas medibles y contratos marco de largo plazo con financiamiento y garantías. Un registro sin compras reales es un catálogo.

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La pregunta clave ya no es “cuánto litio producimos”, sino “cuánto valor retenemos en origen”. El ciclo completo va de salmuera a carbonato/hidróxido, de ahí a precursores, cátodos, celdas y sistemas de almacenamiento. Hoy, Argentina apenas captura el primer eslabón. Incluso donde hubo anuncios de baterías en el país, su escala es piloto y fuera de Jujuy. Si no se diseñan parques de proveedores (químicos, plásticos, metalmecánica fina, servicios industriales) alrededor de Olaroz/Cauchari, el litio seguirá siendo un commodity con poco empleo local por dólar exportado.

¿Qué hacer ya, sin esperar a “los precios”?

  • Compre jujeño vinculante: objetivos anuales de participación local en compras (por ejemplo, 40%→50%→60% de aquí a 2027), auditorías independientes y multas por incumplimiento. Basarse en el registro vigente y convertirlo en mercado efectivo.
  • Fondo contracíclico con reglas claras: regalías (3%), dividendos de JEMSE (8,5%) y aportes voluntarios canalizados a un fideicomiso provincial exclusivo para capital humano (becas STEM, soldadura especializada, instrumentación, química), infraestructura logística y crédito productivo PyME.
  • Clusters y contratos de desarrollo: paquetes de licitaciones con transferencia de ingeniería, metas de empleo local y acompañamiento técnico (calidad, HSE, trazabilidad).
  • Escalonar el salto tecnológico: iniciar plantas de precursores y materiales catódicos en escala modular, apalancando acuerdos tecnológicos existentes (EDL, I+D Y-TEC) y articulación con universidades locales.

También hace falta gobernanza: una Mesa Provincial del Litio con poder ejecutivo real, que publique trimestralmente compras, origen de proveedores, empleo local por género y especialidad, y ejecución del fondo. Transparencia o nada.

El reloj corre. Con precios bajos, las mineras buscan bajar costos; con reglas inteligentes, parte de ese “ahorro” puede traducirse en sustitución de importaciones por oferta jujeña competitiva. Con precios altos, el excedente puede capitalizar el fondo y acelerar el salto a midstream. En ambos escenarios, la inacción es la peor estrategia.

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El litio es la autopista; Jujuy necesita diseñar sus propias rampas de acceso. Si la provincia no coloca condiciones hoy, cuando los proyectos escalan y la tecnología cambia, mañana volveremos a discutir por qué la riqueza salió en camiones y el desarrollo no entró a los barrios.

¿Desde que asumió Javier Milei, ¿tu situación económica personal?

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