En Monterrico, la accesibilidad dejó de ser un discurso para convertirse en obra concreta. El intendente Luciano Moreira anunció la finalización de la obra de acceso inclusivo —tanto interno como externo— en la Casa de la Cultura, un espacio clave para la vida social, artística y comunitaria del municipio.
La intervención incluyó la colocación de barandas en las rampas de acceso, la adecuación de los ingresos y la mejora general de la circulación, garantizando que personas con discapacidad motora y adultos mayores puedan moverse con autonomía y seguridad dentro y fuera del edificio.
Moreira enmarcó la decisión en una doble dimensión: el cumplimiento de la palabra empeñada con un compañero y el cierre de una deuda ética de la ciudad con sus vecinos más vulnerados.
“Dimos cumplimiento al pedido de un amigo y compañero, Hugo Cardozo, y al mismo tiempo saldamos una deuda social con las personas con discapacidad motora, entendiendo que también será de gran utilidad para nuestros adultos mayores”, expresó el jefe comunal.
El intendente remarcó que no se trata de una obra aislada, sino de una definición de gestión:
“Desde hoy en adelante tanto las personas con discapacidad como los adultos mayores podrán participar con total normalidad de todas las actividades que llevamos adelante en Casa de la Cultura.”
En la práctica, esto significa que espectáculos, talleres, presentaciones, encuentros comunitarios y actividades institucionales dejarán de ser un privilegio condicionado por las escaleras o las barreras físicas. La cultura y la vida pública de Monterrico se vuelven más inclusivas, en línea con los estándares actuales de derechos y accesibilidad.
En clave política, la obra exhibe la lógica de trabajo 24/7 que Moreira viene mostrando en distintos frentes: mientras se gestionan servicios, se atienden urgencias y se proyectan obras de infraestructura, también se sostienen políticas que apuntan a la dignidad cotidiana de las personas con discapacidad y los adultos mayores.
Desde el municipio destacan que esta intervención en Casa de la Cultura es, además, un mensaje hacia el conjunto del tejido institucional: el acceso universal ya no es opcional, es un criterio de calidad de gestión. Y Monterrico, con esta obra, se posiciona como un ejemplo a seguir en materia de inclusión en el interior de Jujuy.
