Oro en 4.400 y “burbuja 80%”: el mundo entra en modo refugio y la economía global huele a tormenta

Perico Noticias Internacionales // La señal más clara de que el mercado está cambiando de piel no llega desde los discursos políticos, sino desde el termómetro que nunca miente: el dinero asustado. Este lunes, el oro superó por primera vez los 4.400 dólares la onza y renovó máximos históricos, empujado por la expectativa de nuevos recortes de tasas en Estados Unidos y por un clima geopolítico que vuelve a ponerse áspero.

Cuando el oro rompe techos de esa magnitud, no es “una noticia de commodities”: es un parte médico. El capital global empieza a comportarse como en vísperas de crisis: migra hacia refugios, desconfía del futuro inmediato y se protege de escenarios que combinan volatilidad financiera con tensión política. En el mismo movimiento, la plata también tocó récord, confirmando que no se trata de una rareza aislada sino de una ola de cobertura.

La chispa: tasas, refugio y el regreso del “riesgo geopolítico”

Detrás del salto del oro hay tres motores concretos:

1. La apuesta a más recortes de la Fed tras un ajuste reciente de 25 puntos básicos, que vuelve más atractivo a un activo que no rinde interés como el oro.
2. La demanda refugio, alimentada por tensiones comerciales y conflictos que no se apagan, sólo cambian de formato.
3. El frente Venezuela, donde se reporta un endurecimiento del cerco sobre el flujo petrolero sancionado: cuando Washington aprieta energía y logística, los mercados reaccionan con nervio.

Dalio lo dijo sin eufemismos: “la burbuja ya está en 80%”

En paralelo, Ray Dalio subió el volumen de una advertencia que el establishment financiero suele decir en voz baja: el mercado —con epicentro en el boom vinculado a la IA— estaría en un 80% de desarrollo de burbuja, en zona comparable a episodios históricos previos a grandes colapsos. No es profecía; es lectura de patrón: precios altos + compras masivas + apalancamiento y fragilidad sistémica.

La clave es esta: una burbuja no explota cuando “está cara”, explota cuando el sistema necesita liquidez. Y hoy el mundo está entrando en una fase donde la liquidez se vuelve un activo estratégico: por eso el oro manda.

Escenarios realistas hacia 2026: tres caminos posibles

Con el tablero así, lo que viene no es lineal. Hay tres escenarios plausibles:

• Aterrizaje brusco ordenado: ajuste de valuaciones (sobre todo en tech/IA), refugio sostenido en metales, dólar oscilante y commodities como cobertura.
• Shock geopolítico: escalada en energía/sanciones/bloqueos que recalienta precios, traba comercio y acelera la búsqueda de refugios.
• Estallido por liquidez: venta forzada de activos para cubrir deudas o pérdidas; ahí es donde “el 80%” deja de ser número y se convierte en derrumbe.

¿Y Argentina dónde queda?

Argentina suele mirar estos movimientos como si fueran cine. Error. Cuando el mundo entra en “modo refugio”, el financiamiento se endurece, la demanda externa se vuelve caprichosa y el comercio se vuelve más proteccionista. En ese marco, los países frágiles quedan sin margen: se encarece el crédito, se achica la inversión y se castiga la improvisación macro. Para una economía que depende de dólares comerciales y de confianza, el viento global en contra puede transformarse en pared.

Lo que está en juego no es si sube el oro. Lo que está en juego es si el mundo entra en una nueva era de desglobalización caliente, donde la potencia protege lo suyo, el capital se refugia y la periferia paga el costo.