PERICO 2026: O RECORTAMOS LA “CAJA” O NOS RECORTA LA REALIDAD — el ajuste que viene exige una revolución productiva y moral

PERICO 2026: O RECORTAMOS LA “CAJA” O NOS RECORTA LA REALIDAD — el ajuste que viene exige una revolución productiva y moral

Perico está entrando a 2026 con un termómetro que no miente: la calle se enfría. Y cuando la calle se enfría, el municipio —tal como está diseñado hoy— queda desnudo: más demandante de recursos de los vecinos, más dependiente de “parches”, y con una estructura que muchas veces funciona como caja de colocaciones (favores, acomodos, burocracia), no como plataforma de soluciones.

El problema de fondo ya no es técnico: es moral y cognitivo. Y esa enfermedad no tiene ideología: la arrastra el viejo sistema… y, cuando llega la “nueva política”, a menudo termina repitiéndola con otro color.

La economía local está en “modo supervivencia”

El consumo masivo y las ventas minoristas vienen mostrando retrocesos: caída en supermercados y tendencia negativa en ventas pymes, lo que se traduce en menos rotación para el comercio y menos margen para sostener empleo.
En Perico, eso no es un dato macro: es el kiosco que no repone, el almacén que achica horarios, el taller que posterga inversiones y el emprendedor que se queda sin capital de trabajo.

Sin consumo, no hay demanda; sin demanda, no hay inversión; sin inversión, no hay empleo. Esa es la cadena real, la que no aparece en los discursos.

Dependencia crónica del “derrame tabacalero”: un modelo que se agota

Perico vive —en buena medida— conectada al pulso del tabaco. Y allí hay dos señales que deberían encender alarmas:

  • El FET, uno de los engranajes históricos del sector, se integra con un porcentaje sobre el precio de venta de cigarrillos (marco de la Ley 19.800), por lo que cualquier caída del consumo o modificación del esquema impositivo impacta en la recaudación real.
  • Además, el empleo directo tabacalero también muestra vulnerabilidad: el cierre de una planta de acopio en Perico (Alliance One) fue reportado como un golpe laboral y económico para la zona.

Entonces, si el “motor” tabacalero tose, toda la economía local se resfría. Y cuando una ciudad depende de un solo motor, no es una ciudad: es un remolque.

El ajuste “libertario” en el Concejo: recortar no alcanza, hay que rediseñar

Supongamos el escenario que planteás: un Concejo Deliberante empujado por banderas libertarias decide impulsar proyectos de ajuste brutal para “liberar recursos para el desarrollo”.

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Perfecto. Pero hay una condición estratégica:
si el ajuste solo recorta y no reconvierte, lo único que hace es administrar decadencia.

En el paquete 2026, Perico necesitará dos agendas simultáneas (y coherentes):

A. Agenda de austeridad quirúrgica (recorte con criterio)

  • Auditoría de estructura y contratos: costos, dotación, productividad, duplicaciones.
  • Compras abiertas y trazabilidad (fin del gasto opaco).
  • Digitalización real de trámites: menos ventanilla, más plataforma.
  • Regla de integridad: anti-nepotismo, concurso, idoneidad.

B. Agenda de desarrollo “pragmática” (generar riqueza, no relatos)

  • Valor agregado agroindustrial: empaque, secado, conservas, deshidratados, derivados; Perico no puede seguir exportando “materia prima con tristeza”.
  • Logística y comercio regional: Perico es nodo natural; si no se convierte en hub, seguirá siendo peaje sin captura de valor.
  • Programa de empleo local rápido: oficios, construcción liviana, mantenimiento urbano, economía del cuidado, servicios turísticos.
  • Reforma educativa municipal orientada al trabajo: alfabetización digital + inglés funcional + oficios + cultura emprendedora (no “charlas motivacionales”).
  • Integración global: consorcios exportadores, rondas con compradores, trazabilidad, certificaciones, y alianzas con cámaras productivas.

Esto es lo que vos definiste con precisión: inserción geopolítica como vía de nutrición (recursos, inversiones, exportaciones). En castellano llano: si Perico no se conecta al mundo, el mundo la deja afuera.

El mayor riesgo: que la “nueva política” copie los vicios de la vieja

Acá está el punto más incómodo y más necesario: la narrativa libertaria puede ganar la batalla del discurso (“hay que bajar el gasto”), porque la gente la acompaña cuando ve privilegios, acomodos y burocracia.

Pero si el recorte lo ejecutan los mismos mecanismos de siempre —amigos, parientes, obedientes, sellos, contratos sin control— entonces no hay transformación: hay gatopardismo con motosierra.

Y ahí sí: la enfermedad no es presupuestaria. Es pereza moral y parálisis cognitiva.

2026 como giro copernicano: ¿sucederá?

Puede suceder, pero con una condición no negociable: base ética.

El giro copernicano no lo hace una ordenanza. Lo hace una decisión colectiva:

  • política que rinda cuentas,
  • ciudadanía que controle,
  • sector privado que invierta con reglas claras,
  • y un Estado municipal que deje de “colocar favores” para convertirse en plataforma productiva.
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Perico todavía tiene una ventaja: tiene identidad, ubicación, cultura productiva y gente de trabajo. Si eso se conecta con tecnología, inversión y reglas limpias, el 2026 puede ser el año en que el ajuste deje de ser castigo y pase a ser reconversión.

La pregunta final no es si viene el ajuste.
La pregunta es si Perico va a tener el coraje de convertirlo en desarrollo, o si se va a limitar a sobrevivir con la misma moral vieja y las mismas ideas gastadas.

¿Desde que asumió Javier Milei, ¿tu situación económica personal?

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