El Gobierno nacional ha intensificado su estrategia para blindar la paz social en el conurbano bonaerense, un bastión clave para cualquier administración. Pactar con los intendentes, quienes tienen un control directo sobre sus comunidades, es fundamental para evitar desbordes sociales en medio de la crisis económica. Esta jugada busca contener el malestar creciente y asegurar que los municipios mantengan su estabilidad, utilizando un esquema de gestión compartida y coordinación territorial que prioriza la gobernabilidad en un contexto electoral crítico.
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