La provincia de Jujuy, como todas las jurisdicciones del país, atraviesa una delicada situación financiera tras conocerse el impacto que tendrá el Presupuesto 2025 en los fondos coparticipables. Según los informes, las provincias perderán un total de 5.000 millones de dólares en transferencias, un golpe severo a sus economías locales. Esta reducción se explica por la baja recaudación de tres impuestos clave: el IVA, el impuesto a los combustibles y el componente impositivo del Monotributo destinado a la Seguridad Social.
En septiembre, las transferencias por coparticipación ya mostraron un descenso que osciló entre el 10% y el 15%, afectando todas las provincias, incluyendo Jujuy. Para 2025, se prevé una pérdida de 6 billones de pesos en recursos que antes eran asignados a través de tres fondos específicos: la asignación del 11% del IVA, los fondos de combustibles y el componente del Monotributo.
Este recorte tendrá efectos directos sobre los programas provinciales, la infraestructura y la capacidad de la provincia para financiar servicios básicos. En un contexto donde la demanda social por empleo y mejoras en la calidad de vida es creciente, la pérdida de estos fondos obligará al gobierno provincial a tomar decisiones difíciles en cuanto a la distribución de recursos y posibles ajustes.
En Jujuy, la situación es particularmente preocupante debido a su histórica dependencia de los fondos coparticipables para sostener su economía y atender a sectores clave como la educación, salud y seguridad. Con menos recursos disponibles, los desafíos para el 2025 serán profundos, especialmente en un año donde se espera una mayor tensión social debido al aumento de la pobreza y la desigualdad en la región.
Este escenario exige un debate profundo y coordinado entre los gobiernos provinciales y el gobierno nacional para evitar que la situación se agrave aún más. Las soluciones a largo plazo, como una reforma tributaria que favorezca a las economías regionales y la creación de fuentes alternativas de financiamiento, se vuelven urgentes para evitar un colapso financiero en provincias como Jujuy.
El frente de tormenta es claro e inebitable, además del recorte evidente, este se puede profundizar, ya que el presidente, Javier Milei, en su discurso de presentación del Presupuesto 2025 ante el Congreso, la semana pasada, afirmó que las provincias deberán hacer un ajuste de 60.000 millones de dólares el año próximo, aunque esa cifra fue luego relativizada por otros funcionarios y referentes oficialistas.
Ahora bien, lo novedoso de la situación actual es que nunca las provincias vieron tan afectadas las transferencias por parte del Gobierno nacional. Ya sea trasferencias directas como así también la eliminación de rubros como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID).
«Si el Gobierno de Milei avanza en la transferencia de obligaciones a las provincias, estas deberán reclamar fondos que les pertenecen y que son «retenidos» por leyes y decretos que establecen asignaciones específicas a determinados recursos coparticipables. Si esto no se revisa, en el 2025 el superávit de las cuentas públicas nacionales lo sostienen las provincias», resaltó el ex titular de aduana.