En una carta reciente, Cristina Fernández de Kirchner reafirmó su posición como la única figura central del peronismo, desestimando a líderes como Axel Kicillof y Ricardo Quintela. Su movimiento refleja la falta de renovación en el partido, lo que perpetúa el control de las figuras tradicionales. Mientras tanto, la pasividad dentro del peronismo favorece la continuidad de estos «fósiles» en la política, dificultando el surgimiento de nuevas voces y liderazgos.
La expresidente y condenada por corrupción, Cristina Kirchner, volvió a manifestarse en un tono electoral, dejando en claro que busca ser una de las figuras centrales del peronismo en el futuro cercano. De esta forma, deja plantados a Axel Kicillof y a Ricardo Quintela, quienes iban a integrar una fórmula juntos para presidir el partido peronista.
En una nueva carta de cinco páginas, la condenada confirmó su intención de postularse para presidir el PJ Nacional, realizó un breve repaso de las últimas gestiones para explicar la situación actual del partido justicialista y agradeció el operativo clamor en su nombre.
«Está claro que hay que enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó. Esto plantea la necesidad de crear un ámbito de discusión y participación que hoy no existe y que su ausencia sólo genera confusión y vacío«, consideró Cristina.
«No tengo dudas que, en esta etapa, el partido es el lugar más apropiado para desarrollar el continente que genere el contenido y que este, además, tenga dirección y objetivos«, afirmó la expresidente.
«Estoy dispuesta«, resumió Kirchner, tras agradecer el operativo clamor que se generó en torno a su figura en los últimos días. Legisladores y líderes sindicales habían expresado abiertamente que ella debía ser la nueva presidente del Partido Justicialista, después del fallido paso del golpeador Alberto Fernández, elegido a dedo por la propia Cristina.
«Quiero agradecer a todos los compañeros y compañeras las muestras de cariño y los mensajes de apoyo para ser la Presidenta de nuestro partido. Nunca he ocupado un lugar sin tener la certeza de estar capacitada para la tarea encomendada; sin miedo ni presiones«, dijo la condenada en su carta.
Luego subrayó: «quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también, es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes«.
A lo largo de su exposición en la red social X, Cristina Kirchner expuso por qué considera que el peronismo debe reinventar un nuevo espacio de discusión para salir del estado de confusión en el que, reconocen, se encuentran tras las sucesivas derrotas electorales.
La expresidente depositó todas sus esperanzas los triunfos que obtuvo el espacio en las universidades en las últimas elecciones. «Debemos poner en marcha el segundo trasvasamiento, incorporando las nuevas generaciones en los secundarios, universidades, sindicatos, movimientos sociales y, desde ahí, recomponer la presencia en las barriadas populares junto a las iglesias, las sociedades de fomento, los clubes de barrio y todas aquellas instituciones organizadas desde la comunidad«, señaló.
«Las preguntas que surgen son: ¿Cómo llegamos a este momento inédito? ¿Es solo por el fracaso de los dos últimos gobiernos democráticos? ¿O es que una parte de nuestra sociedad está dispuesta a soportar cualquier cosa antes de que gobierne un peronista?«, planteó CFK.
Y agregó: «¿Es una casualidad que los únicos dos presidentes con fuerte impronta anti peronista o anti kirchnerista -como más te guste-, sólo hayan podido llegar a la Casa Rosada a través del balotaje, como fueron los casos de Macri y Milei? ¿Es el ADN del enfrentamiento que anida en los argentinos, como afirmó un importante prelado de la iglesia en la procesión a Luján el pasado día sábado?».
De esta manera, la principal figura del kirchnerismo asumió la candidatura para liderar el PJ y reorganizar así al peronismo. Sin embargo, ante su postulación, sectores del peronismo tradicional, como el que representa el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, marcaron distancia.
«El que quiera irse, que se vaya, pero que no se escondan bajo las polleras de Cristina«, declaró el riojano el domingo. Será la propia Cristina quien saldrá a disputar la dirección del partido.