En un movimiento político significativo, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner ha dado luz verde al avance del pliego del juez federal Ariel Lijo para su incorporación a la Corte Suprema de Justicia. Este respaldo se materializó a través de la firma de la senadora catamarqueña Lucía Corpacci, cercana a Fernández de Kirchner, quien suscribió el dictamen favorable al pliego de Lijo.
La decisión de Corpacci, quien ocupa la vicepresidencia en la lista que lidera la expresidenta dentro del Partido Justicialista, indica un cambio de postura respecto al congelamiento previo del pliego. Fuentes del peronismo señalan que este movimiento podría desencadenar una serie de adhesiones adicionales dentro del bloque, allanando el camino para que Lijo acceda al máximo tribunal.
Paralelamente, se han intensificado las especulaciones sobre posibles acuerdos entre el kirchnerismo y el gobierno de Javier Milei. En particular, se menciona la posibilidad de que, a cambio del apoyo al pliego de Lijo, el kirchnerismo haya negociado frenar la ley de Ficha Limpia y facilitar la derogación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
La ley de Ficha Limpia, que busca impedir que personas con condenas por corrupción en segunda instancia puedan presentarse a cargos electivos, ha generado controversia, especialmente tras la confirmación de la condena a seis años de prisión contra la expresidenta Fernández de Kirchner en la causa Vialidad. La eventual aprobación de esta ley podría inhabilitarla para futuras candidaturas, lo que añade una dimensión estratégica a las negociaciones en curso.
Por otro lado, el proyecto para eliminar las PASO, impulsado por el gobierno de Milei, también ha sido objeto de debate. La iniciativa busca reformar la organización y financiación de los partidos políticos, argumentando la necesidad de reducir el cansancio electoral y el gasto público asociado a las primarias.
La confluencia de estos temas en la agenda política actual sugiere una compleja red de negociaciones y acuerdos entre las distintas fuerzas políticas. El respaldo del kirchnerismo al pliego de Lijo, junto con la posible negociación para frenar la ley de Ficha Limpia y habilitar la derogación de las PASO, refleja las dinámicas de poder y las estrategias en juego en el escenario político argentino.
En este contexto, la atención se centra en cómo estas decisiones influirán en la composición y el funcionamiento de la Corte Suprema, así como en el futuro del sistema electoral y la participación política en el país. Las próximas semanas serán cruciales para observar el desenlace de estas negociaciones y su impacto en la institucionalidad argentina.