Redacción Perico Noticias // El adelantamiento de elecciones en Jujuy podría parecer una respuesta táctica frente a un panorama político y social complicado, marcado por ajustes fiscales severos y tensiones crecientes. Sin embargo, esta decisión no ataca las raíces del problema: la estructura económica de la provincia, donde el sector estatal predomina sobre un sector privado débil e insuficiente para sostener la carga fiscal.
El ajuste nacional, que incluye la reducción de transferencias discrecionales a las provincias, ha obligado a gobiernos locales como el de Jujuy a recortar gastos y replantear prioridades. Esto deja al descubierto la dependencia de la provincia del empleo público, mientras los salarios estatales se mantienen por debajo de la línea de pobreza. La opción de recomponer salarios o reducir la planta de empleados es prácticamente insostenible sin reformar la estructura económica subyacente.
El adelanto electoral, lejos de ser una solución, podría ser una estrategia para evitar el desgaste político de medidas drásticas como despidos masivos o ajustes salariales. Sin embargo, el desequilibrio estructural —un Estado sobredimensionado financiado por una base tributaria reducida y un sector privado endeble— persistirá más allá de cualquier cambio de administración.
Jujuy enfrenta un desafío profundo que trasciende el calendario electoral. La verdadera solución requiere decisiones estratégicas que fomenten la inversión privada, diversifiquen la economía y reduzcan gradualmente la dependencia del empleo estatal. Sin estas reformas, la provincia seguirá atrapada en un ciclo insostenible de ajuste y desgaste social.
El creciente rumor sobre el adelantamiento de elecciones en Jujuy refleja una estrategia política que, aunque busca mitigar el costo electoral del ajuste, sería un error estratégico. En lugar de priorizar la supervivencia política y perpetuarse en el poder, la UCR debería enfocarse en enfrentar el problema estructural de fondo: un Estado sobredimensionado, insostenible para la economía provincial. Resolver este desequilibrio es el único camino hacia un futuro sostenible y evitará que Jujuy siga atrapada en un círculo vicioso de ajustes y crisis.