«Argentina sin conexión: cómo la falta de infraestructura intermodal frena su desarrollo económico»

«Argentina sin conexión: cómo la falta de infraestructura intermodal frena su desarrollo económico»

Redacción Perico Noticias // La economía moderna depende de la conectividad eficiente entre territorios, y en este aspecto, la infraestructura intermodal es crucial. Sin embargo, Argentina ha fallado repetidamente en priorizar y desarrollar redes de transporte integradas que conecten su vasto territorio. Este descuido, acumulado durante décadas, limita el desarrollo regional, incrementa los costos logísticos y frena la competitividad internacional del país.


El desafío de la desconexión

Según datos de la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS), para construir una economía fuerte y sostenible, es necesario conectar eficazmente el territorio. Esto no se logra únicamente con carreteras, sino mediante una red intermodal que combine el transporte terrestre, ferroviario, fluvial y marítimo. Sin embargo, en Argentina:

  • 94% del transporte de carga depende de los camiones.
  • Solo una fracción mínima de las rutas está en condiciones óptimas, mientras que los costos logísticos se disparan por el deterioro de las infraestructuras.
  • Las vías fluviales y ferroviarias, esenciales para reducir costos y tiempos, están subutilizadas o en mal estado.

El resultado es una economía desconectada y desigual, donde las regiones más alejadas de los principales centros urbanos quedan relegadas al aislamiento económico.


Intermodalismo: la clave ignorada

El intermodalismo, una estrategia que optimiza el transporte mediante la integración de diferentes modos, es una solución que muchos países han adoptado para potenciar su logística y reducir costos. Sin embargo, en Argentina, esta visión ha sido ignorada. La falta de planificación estratégica y la inversión insuficiente han provocado:

  1. Desconexión entre modos de transporte: No existen suficientes nodos logísticos que integren trenes, camiones y barcos.
  2. Dependencia del transporte por carretera: Esto no solo encarece el traslado de mercancías, sino que también incrementa la huella de carbono.
  3. Desigualdad territorial: Las regiones productivas más alejadas quedan atrapadas en circuitos logísticos costosos e ineficientes.

Consecuencias económicas y sociales

La falta de una infraestructura intermodal tiene un impacto significativo en múltiples áreas:

  • Costos logísticos elevados: El transporte terrestre es caro, lo que reduce la competitividad de los productos argentinos en el mercado internacional.
  • Desigualdad regional: Las economías de regiones como el NOA o el NEA quedan rezagadas debido a su limitada conexión con los grandes mercados.
  • Sostenibilidad ambiental: El uso intensivo de camiones aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que modos como el ferrocarril y el transporte fluvial son mucho más sostenibles.

Un llamado a la acción: conectar el país para construir el futuro

Argentina necesita una transformación radical en su enfoque hacia la infraestructura de transporte. Las siguientes medidas son esenciales:

  1. Inversión en redes ferroviarias y fluviales: Es necesario rehabilitar las infraestructuras existentes y expandirlas para conectar las regiones productivas con los puertos y mercados.
  2. Desarrollo de nodos logísticos: Centros de transferencia bien planificados permitirían combinar eficientemente diferentes modos de transporte.
  3. Incentivos para el sector privado: Políticas claras y beneficios fiscales podrían estimular la inversión en proyectos intermodales.

Conclusión

Durante décadas, Argentina ha dejado pasar oportunidades valiosas para modernizar su infraestructura y construir una economía interconectada. Mientras otros países adoptan el intermodalismo para optimizar sus cadenas de suministro, Argentina permanece atrapada en una dependencia insostenible del transporte por carretera.

El desarrollo económico del país requiere visión estratégica, planificación a largo plazo y un compromiso político firme. Solo mediante una red de transporte integrada será posible conectar el territorio, reducir desigualdades regionales y potenciar la competitividad en un mundo cada vez más globalizado. La hora de actuar es ahora, porque el futuro de Argentina depende de su capacidad para conectarse consigo misma.

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