Redacción Perico Noticias // En un movimiento que promete encender los ánimos y polarizar a la sociedad jujeña, la Legislatura de la provincia debate hoy el proyecto del oficialismo, Cambia Jujuy, para privatizar el sistema de salud. Bajo el nombre de SEPROSA (Seguro Provincial de Salud), la iniciativa busca convertir al Estado en administrador de un sistema que cobrará servicios médicos a toda la población que no cuente con obra social, incluyendo a quienes antes accedían gratuitamente al sistema público.
El esquema plantea que los indigentes podrán mantener acceso gratuito, pero solo tras un engorroso proceso burocrático para demostrar «vulnerabilidad extrema». De esta forma, el gobierno provincial pretende sostener el discurso oficial de que no está violando la Constitución Nacional ni la provincial, aunque los críticos aseguran que el proyecto vulnera de manera flagrante los principios de universalidad y equidad que deberían regir en el acceso a la salud.
Caja Grande, Derechos Pequeños
Detrás de esta medida, el gobierno jujeño parece encontrar una nueva fuente de ingresos para alimentar su elefantiásica estructura y los privilegios de la clase política. Jujuy ya cobra por la atención médica a extranjeros; ahora apunta a la población en general. Esta privatización encubierta podría generar una extraordinaria caja para sostener gastos públicos en contramano del manual libertario que el presidente Milei dice defender.
El reciente presupuesto 2025 no incluye las proyecciones financieras de este cambio drástico, lo que revela la improvisación y la falta de transparencia detrás de esta decisión. Los críticos advierten que el único objetivo del proyecto es trasladar recursos desde los bolsillos de los trabajadores hacia las arcas públicas, agravando el flagelo del gasto público descontrolado.
Un Laboratorio para Milei y una Legislatura en Llamas
Este movimiento del gobierno provincial se lee como un guiño al presidente de la Nación, Javier Milei, mostrándose como la única provincia que avanza abiertamente en la privatización de la salud. En un gesto que va incluso más allá del ideario libertario, Jujuy busca presentarse como un «laboratorio» donde probar políticas de corte privatista extremas, quizá con la esperanza de evitar la oposición del presidente al desdoblamiento de elecciones provinciales.
Sin embargo, la iniciativa enfrenta hoy un gran escollo en la Legislatura. Mientras el oficialismo parece contar con los votos necesarios para avanzar, bloques de izquierda prometen dar una dura batalla en defensa de los derechos sociales. El debate promete ser acalorado y podría marcar un punto de inflexión en el panorama político provincial.
¿Privatización o Despojo?
La implementación de SEPROSA plantea una serie de interrogantes éticos y legales. ¿Es este el modelo de salud que necesita Jujuy? ¿Es legítimo que el Estado abandone su rol como garante del acceso universal a la salud para convertirse en un cobrador? Para muchos, este proyecto no es más que una muestra del anquilosamiento de una «casta» política que, en lugar de reformar su propio gasto excesivo, decide cargar una vez más el peso sobre las espaldas de los trabajadores.
El desenlace de este debate podría tener implicaciones profundas, no solo para Jujuy, sino para todo el país. Mientras tanto, los ojos de Argentina estarán puestos en la Legislatura jujeña, donde hoy podría decidirse el futuro de la salud en la provincia.
