Redacción Perico Noticias // La primera privatización del gobierno de Javier Milei ya es un hecho. La histórica IMPSA, empresa pionera en metalurgia y tecnología energética de Argentina, ha pasado a manos de ARC Energy, una firma estadounidense con vínculos estrechos con Donald Trump. Este movimiento no solo marca un hito en la estrategia económica de Milei, sino que también refleja la profundidad de su alianza ideológica y estratégica con el expresidente estadounidense.
IMPSA: un gigante en reconstrucción
IMPSA, fundada por la familia Pescarmona y nacionalizada en 2021 tras enfrentar graves problemas financieros, es conocida por su liderazgo en la fabricación de turbinas hidroeléctricas y tecnología para energía nuclear y petróleo. La empresa acumulaba una deuda de aproximadamente 570 millones de dólares, lo que llevó al gobierno a buscar una solución mediante la privatización.
En este contexto, ARC Energy, una empresa con sede en Luisiana y única oferente en el proceso, se comprometió a una inversión inicial de 27 millones de dólares. La capitalización inicial incluye el desembolso del 25% de ese monto al inicio, con el resto planificado para 2025. Según fuentes cercanas, el objetivo es revitalizar IMPSA y orientarla hacia el mercado estadounidense, alineándose con la estrategia de Trump de fortalecer los vínculos con aliados económicos clave.
La sintonía Milei-Trump: una alianza estratégica
Este movimiento no es casual. Desde su asunción, Javier Milei ha priorizado su relación con Estados Unidos, y su afinidad ideológica con Donald Trump es evidente. Ambos líderes comparten una visión promercado, antiestatista y de fuerte alineación con el sector privado. La adquisición de IMPSA por parte de una empresa cercana a Trump refuerza esta conexión y podría ser el primer paso hacia una colaboración más estrecha entre Argentina y Estados Unidos.
La operación también plantea interrogantes: ¿es este el inicio de una política económica que prioriza los intereses estadounidenses? ¿Cómo impactará esta decisión en el equilibrio de poder dentro del Mercosur y en las relaciones con otros bloques económicos como los BRICS?
Impacto y reacciones
La privatización de IMPSA ha desatado una ola de comentarios en el ámbito político y económico. Los defensores de la medida, en su mayoría afines a la visión libertaria de Milei, argumentan que esta es una señal de apertura al capital internacional y una muestra de confianza en el sector privado como motor del desarrollo económico. Por otro lado, los críticos señalan que entregar un activo estratégico a una empresa extranjera podría limitar la soberanía argentina en sectores clave.
Un nuevo capítulo en la política económica argentina
Esta operación marca un antes y un después en la gestión de Javier Milei. Por un lado, consolida su narrativa de «motosierra» para reducir el tamaño del Estado y fortalecer al sector privado. Por otro, refuerza la dependencia estratégica de Argentina con Estados Unidos, lo que podría tener implicancias a largo plazo en la relación con socios regionales como Brasil y en el posicionamiento del país en el tablero global.
En un mundo donde las alianzas geopolíticas son más importantes que nunca, Milei y Trump parecen estar alineados en su visión del futuro. Sin embargo, el tiempo dirá si esta estrategia es un paso hacia el progreso económico o si profundiza las tensiones en una región que ya enfrenta desafíos estructurales.
