Redacción Perico Noticias // En San Salvador de Jujuy, la gestión del intendente «Chuli» Jorge, que ha estado al frente del municipio por más de 17 años bajo el paraguas de la UCR, enfrenta una tormenta perfecta que amenaza con arrasar con cualquier aspiración de éxito en las próximas elecciones legislativas. ¿El motivo? Una combinación explosiva: infraestructura obsoleta, derroche de recursos y decisiones que desafían la lógica y la ética ciudadana.
El elefante blanco del Concejo Deliberante
Los números no mienten: el presupuesto anual por concejal en San Salvador de Jujuy alcanza los 564 millones de pesos, ubicándose en el tercer lugar más alto del país. Un auténtico escándalo si consideramos que la ciudad tiene apenas 230.000 habitantes. Este drenaje de recursos no se traduce en mejoras visibles para la ciudadanía. Por el contrario, el Concejo Deliberante (CD) parece haber olvidado su rol de contralor y se ha convertido en una caja que consume sin justificación alguna, mientras la ciudad languidece en el abandono.
¿Cómo es posible que, con cifras semejantes, tengamos calles destrozadas, drenajes colapsados y servicios esenciales que parecen sacados de un San Salvador de hace medio siglo? Durante dos décadas, la UCR gobernó como si el tiempo estuviera congelado, sin prever el desgaste natural de los sistemas. Y ahora, el lastre de esa desidia cae con todo su peso sobre quienes condujeron el municipio, tanto en el Ejecutivo como en la mayoría legislativa del CD.
Maquillaje de orden y desarrollo: ¿a qué costo?
Es innegable que, durante años, se vendió la imagen de una ciudad “ordenada” y en “desarrollo”. Sin embargo, este orden ha resultado ser un maquillaje costoso e ineficiente. Mientras se invertía en obras estéticas y superficiales, los problemas estructurales de San Salvador de Jujuy quedaban relegados.
El resultado es evidente: infraestructura vieja, sistemas de drenaje que colapsan al menor indicio de lluvia y servicios públicos que parecen estar al borde de la extinción. Este abandono, sumado al escandaloso gasto del CD, ha llevado a los jujeños a preguntarse: ¿Dónde va realmente el dinero?
El crédito inmoral y la tasa vial inconstitucional
Por si fuera poco, hace unas semanas, el municipio recibió un crédito para obras. Una decisión que genera indignación, ya que, paradójicamente, existe una tasa vial inconstitucional destinada al mismo propósito. Entonces, ¿por qué endeudar aún más a la ciudad? La respuesta no parece tener lógica más allá de alimentar un sistema que ya demostró ser insostenible.
Lo más grave es que este crédito fue aprobado por los concejales, los mismos que, en lugar de ser guardianes de los recursos ciudadanos, consintieron actos que podrían calificarse como inmorales. ¿Cómo se explica que se asignen más recursos a un municipio cuyo intendente está involucrado en una mega causa por desmanejo de fondos públicos destinados a obras que nunca se realizaron?
El costo político del desmanejo
La gestión de «Chuli» Jorge, que durante años parecía inamovible, enfrenta ahora una creciente ola de críticas. El hartazgo ciudadano es palpable. Las redes sociales y las calles ya no callan: el derroche de recursos y la falta de resultados están agotando la paciencia de los jujeños.
El CD y el Ejecutivo municipal se han convertido en ejemplos de lo que no debe ser una gestión pública. Mientras tanto, las necesidades básicas de la ciudad son ignoradas, y los jujeños deben cargar con un elefante blanco que consume sin cesar.
El momento de los cambios profundos
San Salvador de Jujuy no puede permitirse más décadas de improvisación y derroche. La ciudadanía exige un cambio real, no solo en los nombres de quienes gobiernan, sino en la forma en que se gestiona la ciudad.
Las elecciones legislativas serán un termómetro de este descontento. ¿Seguirá el oficialismo ignorando los problemas estructurales de la ciudad? ¿O los jujeños tomarán el control de su futuro exigiendo una gestión eficiente, ética y transparente?
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