El fin de las retenciones: el sector privado pide que provincias y municipios también ajusten sus cuentas

El fin de las retenciones: el sector privado pide que provincias y municipios también ajusten sus cuentas

Redacción Perico Noticias // Con el anuncio histórico de la eliminación definitiva de las retenciones a las economías regionales y la reducción parcial en la zona núcleo, el gobierno nacional ha dado un paso clave para liberar al sector productivo del ahogo fiscal. Sin embargo, este “enorme gesto” de la Nación, tal como lo calificó el ministro de Economía, Luis Caputo, viene acompañado de un mensaje claro: llegó la hora de que provincias y municipios también enciendan la motosierra.

La promesa de campaña del presidente Javier Milei de retirar al Estado del centro de la cadena de valor de los productos exportables es una realidad que, si bien alivia al sector privado, obliga a los niveles subnacionales de gobierno a repensar su estructura fiscal. La reducción de recursos para la coparticipación pondrá a prueba la capacidad de gobernadores e intendentes para administrar sus territorios con mayor eficiencia y menor dependencia de los ingresos nacionales.

El agotamiento del sector privado: una situación insostenible

Los productores e industriales del interior del país celebran la eliminación de las retenciones, pero no tardaron en hacer un llamado de atención a las autoridades locales. “Es hora de que las provincias y los municipios entiendan que el sector privado no puede seguir siendo el único que sacrifica su rentabilidad para mantener estructuras estatales sobredimensionadas,” afirmó un productor de la región tabacalera en Jujuy.

Por décadas, el sector productivo ha cargado con el peso de impuestos excesivos, burocracia y regulaciones que asfixian la inversión y la innovación. Ahora, con el Estado nacional reduciendo su presión fiscal sobre las exportaciones, queda en evidencia que el siguiente paso debe ser dado por las provincias y municipios.

Luis Caputo fue contundente al respecto: “Este es un cambio de paradigma. El Estado nacional está haciendo su parte, pero el esfuerzo no puede detenerse aquí. Exhortamos a los sectores productivos e industriales a exigir que las provincias y municipios también quiten el pie del cuello del sector privado. La sostenibilidad económica depende de que todos los niveles de gobierno entiendan esta nueva realidad.”

Un ajuste ineludible en provincias y municipios

El retiro parcial del Estado nacional de la cadena de valor exportable significa una contracción de los recursos recurrentes para las provincias. Esto obliga a los gobernadores e intendentes a ajustar sus gastos, una tarea que muchos han postergado por años, amparados en la dependencia de la coparticipación federal.

La realidad es clara: menos recursos para las provincias implican la necesidad de achicar estructuras administrativas, reducir gastos improductivos y priorizar inversiones que realmente impulsen el desarrollo económico local. Sin embargo, muchos gobiernos provinciales continúan sosteniendo plantillas estatales sobredimensionadas y políticas populistas que frenan el crecimiento del sector privado.

El desafío de un cambio de modelo fiscal

El ajuste fiscal que reclama la Nación debe ser asumido como un cambio de modelo en todo el país. Ya no se trata de aumentar la presión impositiva para cubrir déficits crónicos, sino de repensar la relación entre el Estado y el sector productivo. Un sector privado fuerte y competitivo no solo genera empleo y riqueza, sino que también es el motor que puede sacar a las provincias del estancamiento económico.

El mensaje para los gobernadores e intendentes es claro: el tiempo de depender de la Nación ha terminado. Ahora es momento de demostrar capacidad de gestión, de priorizar, de eliminar gastos innecesarios y de devolver al sector privado el alivio que tanto necesita.

El futuro está en juego

Con esta medida, el gobierno nacional ha puesto sobre la mesa una oportunidad única para que el país transite hacia un modelo económico más eficiente y menos dependiente del gasto público. Pero para que este cambio sea sostenible, es indispensable que las provincias y municipios asuman su responsabilidad y dejen de cargar al sector privado con el peso de sus ineficiencias.

¿Podrán los gobiernos locales estar a la altura del desafío o seguirán condenando a los sectores productivos al sacrificio perpetuo? Lo cierto es que el futuro económico de la Argentina depende, más que nunca, de que este cambio se produzca a todos los niveles.

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