La Bajada de los Diablos en La Quiaca: Un Éxito Cultural que Trasciende Fronteras

El pasado fin de semana, La Quiaca se convirtió en el epicentro de un espectáculo cultural sin precedentes que estremeció a más de 10.000 asistentes. La esperada “Bajada de los Diablos” no solo confirmó la fuerza de las tradiciones ancestrales de nuestra región, sino que marcó un nuevo hito en la historia cultural y turística de la provincia de Jujuy.

El evento, encabezado por la participación estelar de los reconocidos Diablos de Uquía, con su sello internacional, fue una verdadera celebración de la identidad regional. Sin embargo, el verdadero impacto de la jornada radicó en la perfecta integración entre las comparsas locales de La Quiaca y los invitados de Uquía. Esta simbiosis cultural dio vida a un espectáculo vibrante y profundamente emotivo, dejando una huella imborrable en quienes participaron.

Desde el mirador quiaqueño, la bajada simbolizó mucho más que un evento festivo: fue un ritual identitario que trajo al presente las costumbres ancestrales de la región, renovadas y adaptadas a un público diverso y global. Los sonidos, colores y movimientos de los diablos desplegados en este ritual crearon una imagen carnavalera impactante, que conectó emocionalmente a los espectadores con las raíces culturales de los Andes.

Este éxito no fue casualidad. Fue el fruto de una gestión articulada entre el intendente Dante Velázquez, las asociaciones de comparsas quiaqueñas y la destacada labor del Director de Turismo y Cultura, Lic. Dante Dodi, quien trabajó en conjunto con Ermelinda Gutiérrez, representante de la Asociación “Los Alegres de Uquía”. Este esfuerzo conjunto, donde el acompañamiento permanente de la Jefe de Gabinete Fabiana Gonzalez resultó valioso; demostró que cuando se apuesta por las tradiciones y la identidad cultural como motor de desarrollo, los resultados pueden ser trascendentales.

El impacto de la “Bajada de los Diablos” va más allá de lo visual o festivo: significa el inicio de lo que promete convertirse en una tradición anual, con La Quiaca como epicentro de una celebración que atraiga tanto a turistas nacionales como internacionales. Los propios quiaqueños han abrazado esta manifestación con entusiasmo, señalando que es una oportunidad para revitalizar el turismo y posicionar a la ciudad como un referente cultural de la región andina.

Con este evento, La Quiaca ha plantado una semilla que crecerá año tras año, rescatando y fortaleciendo las raíces culturales que definen a su pueblo. La “Bajada de los Diablos” no solo conecta con el pasado, sino que también proyecta hacia el futuro una tradición que refuerza el sentido de pertenencia y comunidad.

¿Será este el inicio de una nueva era para el turismo y la cultura de Jujuy? Lo que es seguro es que los diablos de La Quiaca han encendido una chispa que seguirá ardiendo con fuerza en los corazones de quienes presencien este ritual.