El autoproclamado paladín del libre mercado, que llegó al poder prometiendo liberar a Argentina del yugo del Estado y el endeudamiento, ha terminado recurriendo a la misma receta que sus predecesores: un acuerdo con el FMI y un DNU para sortear el Congreso. El comunicado oficial de la Casa Rosada confirma que el presidente forzará por decreto un nuevo endeudamiento, bajo la excusa de «fortalecer el balance del Banco Central» y consolidar la estabilidad monetaria. Pero lo que en verdad demuestra es la incapacidad de su gobierno para generar dólares genuinos tras 13 meses de gestión.
El plan de Milei carece de dólares y de credibilidad. La imagen presidencial se desploma: cayó 10 puntos en un mes y su rechazo ya supera la imagen positiva. El consumo interno se desplomó más del 30%, poniendo en jaque a la industria gastronómica y al comercio. Mientras el presidente sigue con su retórica de que la inflación caerá y que Argentina despegará, los números le desmienten: la recesión es brutal y su política económica parece una caldera a punto de estallar.
Libra y el Cryptogate: El engaño de la “revolución digital”
Si el FMI es su salvavidas de último recurso, la criptomoneda $LIBRA fue su último intento desesperado de generar dólares sin respaldo. El presidente utilizó su cuenta de X (antes Twitter) para promocionar la supuesta moneda de la libertad, que terminó siendo un fiasco. En 3 horas, su valor se derrumbó un 90%, dejando a miles de inversores en la ruina. El escándalo fue tal que un funcionario clave del gobierno, el hombre de confianza de Karina Milei en la Comisión Nacional de Valores, debió renunciar, acorralado por las sospechas de fraude.
En otros países, esto sería suficiente para abrir una causa por manipulación de mercado y fraude financiero, pero en Argentina, el gobierno minimiza el hecho y evita responder preguntas incómodas. Lo cierto es que Milei usó al país como laboratorio de sus teorías económicas y, al fracasar, optó por los mismos mecanismos tradicionales que criticaba: deuda y ajuste brutal.
La trampa del decreto: Un Congreso ninguneado y una democracia degradada
El último capítulo de esta novela es la intención del gobierno de aprobar por DNU el acuerdo con el FMI, algo que en cualquier democracia consolidada sería un escándalo constitucional. Pero Milei no tiene tiempo ni margen para discutir con el Congreso. Su discurso anti-política ya no alcanza para ocultar su absoluta dependencia del endeudamiento externo.
El Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, dejó en claro el desprecio del gobierno hacia los legisladores: “No necesitamos del Congreso”, asegurando que la Constitución lo avala. Es un déjà vu del modelo de gobierno de Mauricio Macri, donde las instituciones se subordinaban a la urgencia económica, pero con una diferencia crucial: Macri tuvo crédito internacional. Milei, hasta ahora, solo tiene crisis e improvisación.
El veredicto: ¿Fin del experimento libertario?
Lo que está en juego no es solo un acuerdo con el FMI, sino la credibilidad del gobierno y su promesa de un modelo económico alternativo. A más de un año de gestión, el Milei que se vendía como el “cirujano” de la economía argentina terminó en la misma encrucijada que los gobiernos que tanto criticó.
Endeudamiento, crisis de consumo, pérdida de confianza y un sistema político que empieza a desmoronarse. ¿Podrá sostenerse su relato, o estamos viendo el principio del fin del experimento libertario en Argentina?.