El periodista Roberto Navarro arremetió con furia contra el presidente Javier Milei en su editorial, responsabilizándolo directamente por las muertes y el desastre generado por el temporal en Bahía Blanca. Con un tono incendiario, expuso la crudeza del ajuste y la destrucción del Estado como el detonante del abandono total en el que quedaron las víctimas de la tormenta. «Dinamitaron el Estado, ahora que se hagan cargo de los muertos», disparó sin filtros, dejando en claro que lo que ocurrió no es una tragedia natural, sino una consecuencia política del modelo de ajuste extremo.
Navarro desglosó con precisión cómo las políticas de Milei desmantelaron las estructuras básicas de asistencia. Explicó que los despidos en organismos esenciales, como el Servicio Meteorológico Nacional y el área de Desarrollo Social, fueron un factor clave en la falta de previsión y respuesta ante la emergencia climática. Sin personal especializado, sin rescatistas preparados y con un Estado ausente, las víctimas quedaron a la deriva, expuestas a la furia del temporal sin asistencia alguna.
El periodista fue más allá y vinculó esta tragedia con la caída estrepitosa de la imagen presidencial. Según Navarro, la sociedad empieza a comprender en carne propia lo que significa un gobierno que se enorgullece de recortar el gasto público sin medir consecuencias. «No hay trenes, no hay rutas, no hay semáforos, no hay rescatistas. No hay Estado. Y ahora tampoco hay vidas», sentenció.
También desnudó la hipocresía del oficialismo, señalando cómo Milei y su círculo se jactaban de haber terminado con la obra pública, cuando ahora el mismo gobierno se ve obligado a reconocer que sin infraestructura las catástrofes se magnifican. «Vos, Milei, pasaste dos años diciendo que el Estado era un pedófilo. Y ahora, sin Estado, los que mueren son los argentinos. ¿Y ahora qué? ¿A quién le echás la culpa?», cuestionó con dureza.
El análisis de Navarro concluyó con una advertencia política: la debacle de la imagen de Milei no es un fenómeno pasajero, sino una tendencia consolidada. Citó encuestas recientes que muestran una caída pronunciada en la intención de voto del presidente, sobre todo en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad, donde el descontento social ya no se oculta. «Ellos mismos admiten que no pueden hacer campaña en los barrios porque los quieren linchar. No pueden pisar la calle, la gente los odia», afirmó.
Con un tono desafiante, Navarro cerró su editorial con una frase lapidaria: «Milei, ajustaste como nadie, ahora bancate las consecuencias. Estos muertos llevan tu firma». Un mensaje brutal, pero que cada vez resuena con más fuerza en un país que empieza a despertar del espejismo libertario y a enfrentar la cruda realidad de un gobierno que convirtió el ajuste en una sentencia de muerte.