El gobierno de Jujuy juega a la burocracia mientras la producción tabacalera se ahoga en deuda
La crisis en el sector tabacalero jujeño se profundiza mientras el gobierno provincial, lejos de ponerse al frente de la lucha, se convierte en un espectador inerte de una debacle que podría arrastrar a toda la economía del Valle de los Pericos. Pedro Pascuttini, presidente de la Cámara del Tabaco, enfrenta el desgaste de una negociación que el gobierno de Salta y la industria tabacalera han empujado hasta el 21 de marzo, cuando cada día que pasa significa más deuda, más intereses y más productores al borde del colapso financiero.
El ministro de Producción de Jujuy, Juan Carlos Abud Robles, se jacta de apoyar la sustentabilidad del sector, pero su actitud indolente contrasta con la urgencia que viven los tabacaleros. Su falta de acción y el tono burocrático de su discurso solo refuerzan la idea de que el gobierno provincial está más preocupado por quedar bien con la industria que por defender a los productores jujeños.
«Nos exprimen con impuestos, nos dejan sin precio y encima nos piden paciencia. ¡Basta!»
Pascuttini ha sido claro y contundente: «El productor no puede seguir esperando. El tabaco ya fue cosechado, el acopio está en marcha, y los costos no esperan. La luz subió un 83%, el gas un 853%, el gasoil un 41% y la mano de obra también aumentó. Sin un precio justo, la actividad es inviable».
El presidente de la Cámara del Tabaco denuncia el abuso de la industria en la fijación de precios, calificándolo de «monopólico y abusivo». Según Pascuttini, «los compradores fijan los precios a su gusto, sin diálogo real, sin negociación justa, sin importarle que del otro lado hay familias enteras que dependen de esta producción».
El precio actual de la clase BIF es de 2.820 pesos por kilo, pero los productores piden 4.800 pesos solo para poder cubrir costos. Aun así, esa cifra apenas equilibra las cuentas de los productores, que cada año acumulan más deuda para sostener una actividad que el gobierno provincial solo acompaña desde los titulares de prensa.
El cinismo del gobierno: a los productores los dejan morir, pero los impuestos no los perdonan
La actitud del ministro Abud Robles es directamente insultante. Mientras el sector tabacalero enfrenta una de sus crisis más grandes, el gobierno provincial no ha otorgado ninguna medida real de alivio fiscal, ninguna exención impositiva, ningún esquema de financiamiento que permita a los productores sobrevivir.
Es decir, a la hora de recaudar, la provincia es inflexible, no perdona un solo peso de impuestos; pero cuando la industria aprieta a los productores y amenaza con fundirlos, el gobierno se esconde detrás de la excusa de la «negociación sostenible».

«El gobierno está ausente. Se pavonean en reuniones pero no están en la pelea diaria»
La diferencia entre Pascuttini y Abud es abismal. Mientras el titular de la Cámara del Tabaco pelea en cada frente para evitar la ruina del sector, el ministro Abud Robles se limita a participar en reuniones donde solo se habla de planificación, estrategias y sostenibilidad, palabras vacías que no resuelven los problemas reales de los productores.
En su última reunión con la Cooperativa de Tabacaleros, el ministro se limitó a decir que «el tabaco es un pilar productivo para Jujuy y estamos gestionando medidas para su desarrollo sostenible». Sin embargo, esas supuestas medidas nunca llegan.
Pascuttini lo dijo sin rodeos: «Si seguimos esperando, nos llevan puestos»
El dirigente tabacalero dejó en claro que los productores están en el límite. «Si seguimos esperando a que el gobierno se decida a actuar, ya no va a quedar tabaco ni productores», advirtió.
El Valle de los Pericos está en llamas, pero el gobierno sigue en su letargo burocrático. ¿A quién responde Abud? ¿A los productores o a la industria?
Los tabacaleros han exigido que la negociación se adelante porque la situación es insostenible. Sin embargo, la respuesta del gobierno ha sido mantenerse en la cómoda posición de «acompañar el proceso», cuando en realidad debería estar liderando la defensa del precio justo para los productores jujeños.
¿Cuál es el futuro del tabaco en Jujuy?
La pregunta es inevitable: si el gobierno sigue actuando con esta pasividad, ¿qué pasará cuando los productores no puedan seguir soportando los costos?
Si Abud Robles no asume la responsabilidad de defender a los tabacaleros con la misma dureza con la que cobra impuestos, si sigue jugando a la burocracia mientras los costos se disparan, el futuro de la producción tabacalera en Jujuy está en grave peligro.
La batalla sigue: Pascuttini no baja los brazos, pero el gobierno debe dejar de ser un espectador. La pulseada es ahora, no cuando sea demasiado tarde.