El regreso de Política a las Brasas, conducido por Silvina Sadir y Ana Inés Vargas en COYA TV, no pudo ser más explosivo. En un año electoral clave, el primer programa de su segundo ciclo inauguró el clima político en Jujuy, con un debate sin filtros entre tres referentes de los principales frentes justicialistas que competirán en las legislativas del 11 de mayo: Javier Hinojo (Frente Justicialista), Carlos Aparici (Frente Juntos Somos Más) y Manuel Palmieri (Frente Amplio).
El formato del programa no dejó margen para evasivas: con el característico estilo incisivo de sus conductoras, la mesa de discusión desnudó las tensiones del peronismo jujeño, su atomización en múltiples frentes y su desconexión con el electorado.
Y la conclusión fue inevitable: el Frente Justicialista sigue siendo un apéndice del oficialismo de Gerardo Morales, mientras que la verdadera oposición peronista se fragmenta en dos vertientes duras: una liderada por Carolina Moisés, pero con vínculos directos con los libertarios (apoyó el RIGI y otras políticas de Milei), y otra impulsada por el Frente Amplio, que busca desprenderse de los lastres históricos del justicialismo y construir un espacio transversal, pluricultural y con consensos más amplios.

¿Qué significa ser peronista en Jujuy?
Desde el inicio, el debate giró en torno a una pregunta fundamental: ¿por qué el peronismo jujeño no logró unificarse? La falta de un liderazgo claro, las diferencias en la estrategia electoral y el peso de las viejas estructuras fueron algunos de los puntos en discusión.
Carlos Aparici fue tajante:
«No hubo un proceso de autocrítica real en el justicialismo. La división es la consecuencia de años de connivencia con el radicalismo y la falta de renovación dirigencial.»
Por su parte, Manuel Palmieri fue aún más contundente y marcó la línea que divide a su frente del resto del justicialismo:
«La gente ve al PJ como parte del oficialismo. Votaron la reforma constitucional, apoyaron el sistema de salud privatizado y acompañaron los endeudamientos más oscuros de la provincia. Nosotros decidimos cortar con ese pasado y construir algo diferente.»
Desde el Frente Justicialista, Javier Hinojo defendió la estructura del PJ, pero reconoció que el partido perdió la capacidad de enamorar al electorado:
«El justicialismo es un movimiento amplio y siempre tuvo tensiones internas. Pero no podemos ofrecer solo peleas y divisiones mientras la gente la está pasando mal. Hay que salir a la calle y reconstruir el vínculo con la sociedad.»
La discusión quedó marcada por una realidad contundente: el PJ oficialista sigue atado a la herencia de Rivarola y a su dependencia de la UCR de Morales y Sadir, mientras que las alternativas realmente opositoras se encuentran en los espacios que han abandonado el justicialismo tradicional.

La paradoja del peronismo: dividido en cinco frentes con un piso electoral altísimo
Las periodistas no esquivaron una pregunta clave: ¿qué sentido tiene la fragmentación del peronismo cuando el piso electoral en Jujuy es del 5%?
La respuesta fue un mosaico de argumentos. Aparici insistió en que la unidad forzada es inútil si no hay una renovación real. Palmieri, en cambio, argumentó que la división es el resultado de la imposición de Buenos Aires sobre la política provincial:
«El PJ está intervenido desde Nación. Nos dicen desde Buenos Aires cómo debemos hacer política, pero los que vivimos en Jujuy sabemos que el peronismo que nos impusieron está desgastado. El Frente Amplio nace como una necesidad de construir algo genuino desde las bases.»
Hinojo, en tanto, pidió mayor pragmatismo:
«El electorado no puede vernos solo peleando entre nosotros. Si no dejamos de lado los personalismos, el 11 de mayo la gente va a buscar otras opciones y el peronismo quedará sepultado.»

Los límites de la oposición: ¿quién es la verdadera alternativa al oficialismo radical?
Uno de los momentos más encendidos del programa llegó cuando las conductoras citaron un discurso que circula en las calles de Jujuy: «El peronismo es socio del oficialismo.»
La reacción de los invitados fue mixta. Hinojo intentó desligar a su espacio de esa etiqueta, mientras que Aparici admitió que es una lectura instalada y con fundamento. Pero fue Palmieri quien golpeó más fuerte:
«El justicialismo de Jujuy votó el RIGI con los libertarios, acompañó la privatización del sistema de salud y convalidó el endeudamiento de Morales. ¿Cómo podemos pedirle a la gente que nos crea si siguen siendo los mismos nombres de hace 30 años?»
El Frente Amplio, según Palmieri, busca romper con esa imagen y construir una oposición real con una identidad más amplia, alejada de la grieta y con una visión más plural.
Conclusión: una elección legislativa que puede redefinir el futuro del peronismo jujeño
El primer programa de Política a las Brasas dejó en claro que las elecciones del 11 de mayo serán un termómetro para el futuro del peronismo en Jujuy.
La falta de unidad y la dispersión en cinco frentes pueden condenar a la irrelevancia a algunos sectores justicialistas, mientras que las expresiones realmente opositoras –como el Frente Amplio– podrían capitalizar el desencanto del electorado y marcar el inicio de una nueva etapa en la política provincial.
Pero si algo quedó claro, es que la pelea de fondo no es solo electoral. Como bien cerró Palmieri:
«El problema del peronismo no es solo quién gana el 11 de mayo. El problema es qué Jujuy queremos en 2027 y si vamos a seguir con los mismos nombres o vamos a construir algo nuevo de verdad.»
El fuego de la política ya está encendido, y en Jujuy, las brasas están más calientes que nunca.