En un país donde la conectividad aún es un privilegio para muchos, el intendente de Monterrico, Luciano Moreira, decidió trazar un rumbo distinto: hacer de la conectividad un derecho garantizado y no un servicio opcional. Su visión no es tecnológica, es profundamente humana. Con una gestión decidida y sensible, Moreira avanza firme hacia el objetivo de llevar señal de telefonía, internet y redes de WiFi a todos los rincones del municipio, incluyendo sus zonas rurales históricamente postergadas como San Vicente y La Ovejería.
“La conectividad es la base del desarrollo personal, la calidad de vida y la educación del siglo XXI”, ha afirmado el jefe comunal en más de una ocasión. Y no se trata de una frase de campaña: las gestiones son concretas, constantes y ya muestran resultados palpables. En las últimas horas, Moreira mantuvo una nueva reunión clave con la ingeniera Valeria Mendoza de Jujuy Digital, reafirmando su compromiso con el despliegue de antenas de telefonía móvil y redes de WiFi comunitarias.
Lo que en muchos municipios apenas se discute, en Monterrico ya se ejecuta: están en marcha la instalación de redes de WiFi en San Vicente y La Ovejería, mientras se avanza paralelamente en la colocación de antenas de señal telefónica para ambas comunidades. Pero el plan va más allá: todas las escuelas primarias y secundarias de la ciudad estarán conectadas a internet, asegurando que ningún niño o joven quede fuera de la revolución digital.

Este modelo de gestión, que podría parecer disruptivo en otros contextos, responde a una lógica simple y profundamente transformadora: una ciudad que no conecta, excluye. Una ciudad que no brinda acceso a internet, niega derechos. Por eso, en lugar de esperar soluciones mágicas desde Buenos Aires, Monterrico se pone en marcha con decisión local y corazón colectivo.
“Cada vez más cerca de vivir en una ciudad conectada para todos”, sintetiza el mensaje institucional del intendente. Pero esa cercanía no es una promesa vacía: es el resultado de una gestión que no para, que escucha y que actúa. Monterrico ya no sueña con una ciudad moderna. La está construyendo con antenas, fibra óptica y voluntad política.
En tiempos donde muchos retroceden en derechos, Luciano Moreira avanza en igualdad, entendiendo que en el siglo XXI no hay inclusión sin conexión.