Adelanto electoral en Jujuy: ¿Estrategia política o moneda de cambio en la suspensión de las PASO?

Adelanto electoral en Jujuy: ¿Estrategia política o moneda de cambio en la suspensión de las PASO?

¿Qué opinás sobre el adelantamiento de las elecciones al 11 de mayo en Jujuy?

Redacción Perico Noticias // El adelantamiento de las elecciones en Jujuy al 11 de mayo ha puesto en evidencia, una vez más, el doble estándar del oficialismo provincial, que habla de austeridad, pero no duda en destinar recursos a un proceso electoral anticipado que no responde a una demanda social urgente, sino a una necesidad política apremiante. Desde hace meses, los rumores sobre un posible anticipo de los comicios se multiplicaban en los círculos políticos jujeños, hasta que finalmente se concretaron, dejando en claro que el gobernador Carlos Sadir es solo la prolongación del exgobernador Gerardo Morales, quien sigue manejando los destinos de la provincia desde las sombras. Pero la pregunta central es: ¿por qué ahora?

A nivel nacional, el gobierno de Javier Milei ha hecho de la austeridad fiscal su principal bandera política, justificando recortes en áreas sensibles con el argumento de que el equilibrio fiscal es la única vía para salvar a la Argentina de la espiral inflacionaria. Sin embargo, el llamado a elecciones anticipadas en Jujuy va en dirección opuesta a esta lógica. Convocar a elecciones implica un gasto considerable para la provincia, por lo que resulta contradictorio que un gobierno alineado con la política de Milei incurra en este desembolso innecesario. La hipótesis que se abre entonces es si Jujuy pactó con Nación su respaldo a la suspensión de las PASO a cambio de la venia para adelantar sus comicios.

La eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) es uno de los temas que Milei busca imponer en la agenda legislativa. Desde su llegada a la Casa Rosada, el mandatario ha dejado en claro que considera estas elecciones internas una «dilapidación de fondos» y una herramienta que favorece a los grandes aparatos políticos. Sin embargo, para eliminar o suspender las PASO, necesita votos clave en la Cámara de Diputados, y los legisladores jujeños podrían ser una pieza fundamental en esta jugada. Si el jueves, cuando se trate el tema en el Congreso, los radicales de Jujuy acompañan la iniciativa oficialista, quedará en evidencia que la provincia canjeó su respaldo a Milei por la posibilidad de adelantar sus elecciones sin objeciones nacionales.

Pero el radicalismo no es el único sector que quedará expuesto. El peronismo jujeño, ya fragmentado, tendrá su propia prueba de fuego. Cristina Fernández de Kirchner, quien aún ejerce un rol de liderazgo dentro del justicialismo, mantiene una postura ambigua respecto a la eliminación de las PASO. Mientras algunos sectores de su espacio entienden que suprimirlas favorecería a los oficialismos locales, otros advierten que sin PASO el peronismo quedaría aún más atomizado y sin una herramienta clara para resolver sus internas. ¿Habrá algún diputado del PJ jujeño que se anime a desafiar las órdenes de CFK y vote en contra de la suspensión de las PASO?

Mientras tanto, en Jujuy, el adelantamiento de elecciones no tiene otra justificación que la conveniencia del oficialismo provincial. El radicalismo sabe que el desgaste del modelo Morales es cada vez más evidente, y necesita jugar con los tiempos para evitar un desmoronamiento electoral que se haga irreversible. Las encuestas reflejan un creciente malestar en la sociedad jujeña, que ve cómo se profundiza la pobreza estructural, se agranda la brecha de desigualdad y se mantiene un sistema de concentración de poder que impide cualquier alternativa real de cambio.

Jujuy es, en muchos aspectos, el feudo político más consolidado del radicalismo, un espacio donde el oficialismo maneja a discreción los recursos, la justicia y el aparato estatal. Pero incluso en ese contexto, la crisis económica y el agotamiento social han comenzado a erosionar las bases del modelo Morales-Sadir. El éxodo de jujeños hacia otras provincias, la falta de oportunidades laborales y la presión fiscal asfixiante han creado un cóctel explosivo que podría traducirse en una elección con resultados inesperados.

Por ahora, el adelantamiento electoral sigue el manual de supervivencia de los regímenes que buscan mantenerse en el poder a cualquier costo. Cambiar el calendario electoral, alterar los tiempos y evitar que la oposición logre organizarse son herramientas clásicas de quienes no confían en el voto popular como mecanismo democrático legítimo. Pero en este caso, el precio podría ser aún mayor: si los diputados radicales de Jujuy terminan respaldando la suspensión de las PASO en el Congreso, la provincia quedará marcada como una moneda de cambio en la negociación política nacional.

El 11 de mayo habrá elecciones en Jujuy. Pero el verdadero resultado de esta maniobra no se jugará solo en las urnas, sino en la reacción de una sociedad que, tarde o temprano, deberá decidir si acepta seguir atrapada en un sistema que la empobrece o si está dispuesta a desafiar el orden impuesto por la casta gobernante.

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