Advierten que el impulso al consumo que propone Alberto no hará crecer la economía
Alberto Fernández va a sumir con una pluralidad de frentes abiertos en materia económica y no es novedad. Por eso lo primero que consideró prudente anunciar fue un acuerdo económico y social para ponerle dinero en el bolsillo a la gente y a la vez contener los precios.
Sin embargo, este alivio será un efecto de una vuelta: puede detener la caída del consumo e incluso ofrecerle a la economía un modesto rebote hacia la mitad de 2020, pero no devolvería al país al senda de crecimiento ni generaría empleo genuino. Así lo advirtieron consultoras nacionales e incluso la banca internacional.
Es que luego de dos años de caída de la actividad y de fuerte retracción de la inversión, el potencial de crecimiento de una economía -que lo determina su nivel de inversión en la economía real- se estancó tal y como lo expuso el Citi en uno de sus últimos análisis para inversores: «Estimular más el consumo difícilmente empuje el crecimiento», señaló.
A pesar de que el ahorro agregado haya crecido, este no necesariamente se tradujo en inversión, precisamente porque en la Argentina la tendencia a dolarizar el ahorro y retirarlo del país. El saldo parcial sobre las Reservas Internacionales del gobierno de Macri muestra que el sector privado retiró 7.800 millones de dólares del sistema bancario, el 83% de ellos en 2019.
Como resultado de dos años fuertemente recesivos, el balance de la administración de Macri hasta el segundo trimestre de 2019 acumulaba una caída del PBI del 5% (8,8% si se toma el PBI per cápita) y una retracción de la inversión del 13,8% y del consumo del 6,2%.
En este sentido, la consultora Elypsis emitió un informe en el que estimó en 0,5% el crecimiento del PBI que puede llegar a generar un impulso al consumo.
«Si la economía se ordena y se estabiliza el ingreso, hoy sujeto a shocks de inflación y tipos de cambio semanales, habría margen para un aumento inmediato en el consumo familiar equivalente a 0,5% del PBI- aun si no se recupera el poder adquisitivo en el corto plazo- debido sobre todo a las compras de durables postergadas por la incertidumbre, y al regreso de primeras marcas a la canasta de alimentos. Son $104.065 millones de consumos postergados a la espera de un escenario más previsible», precisaron desde Elypsis.
Similar fue la advertencia del economista en jefe de la consultora OJF, Fausto Spotorno. En su opinión, como producto de la caída de la recesión y el retroceso de la inversión, se estancó el producto potencial, lo que le pone techo a la posibilidad de que con Alberto la economía tenga un desempeño que supere la categoría de «simple rebote».