Ajuste o suicidio productivo: Milei le dispara a los pies de la Argentina profunda

Ajuste o suicidio productivo: Milei le dispara a los pies de la Argentina profunda

Redacción Perico Noticias

El gobierno de Javier Milei pretende desmantelar el INTA, y con ello, dinamitar uno de los últimos pilares técnicos, científicos y solidarios del modelo agroproductivo nacional. Pero este no es un ajuste: es un tiro al corazón de la Argentina trabajadora, la que sobrevive en los márgenes, en la puna, en los cerros, en el monte, donde la patria no es discurso sino tierra, semilla y comunidad.

La reforma que impulsa el Ejecutivo —a espaldas del pueblo y sin debate democrático— busca modificar el Consejo Directivo Nacional, otorgándole el control absoluto al gobierno de turno, eliminar agencias territoriales, despedir trabajadores, cerrar centros experimentales, y sepultar décadas de ciencia aplicada al servicio de los más pobres del campo argentino.

La idea suena eficiente en la planilla de Excel del Ministerio de Economía, pero es catastrófica en los surcos de Yuto, los cerros de Humahuaca o los valles de Perico. Porque allí, donde no llegan las promesas del «mercado libre», llega el INTA: con un técnico, con una capacitación, con una semilla mejorada, con una red de confianza que no se compra ni se terceriza.


¿Qué se pierde si el INTA cae?

En Salta y Jujuy, se cerrarían 24 Agencias de Extensión Rural y Oficinas Técnicas, dejando en la intemperie a pequeños productores, comunidades originarias, cooperativas y familias que solo acceden a innovación gracias a estos espacios. Más de 130 trabajadores quedarían fuera, pero el verdadero impacto lo sufrirán miles de productores familiares sin acceso a desarrollo, capacitación ni acompañamiento técnico.

En una región donde los gobiernos periféricos no invierten en ciencia y donde las condiciones geográficas son un desafío permanente, el INTA ha sido el brazo extendido del conocimiento, la única presencia del Estado que no llega con multas, sino con soluciones.


¿De qué libertad hablamos si se destruye la soberanía tecnológica?

El presidente repite que el Estado es una mafia. Pero lo que planea es dejar la ciencia pública de rodillas frente a los intereses concentrados del agronegocio y la dependencia importadora. Sin INTA, la agricultura familiar queda a merced del monocultivo, la dependencia de insumos y el abandono total. Sin INTA, no hay más patria agropecuaria, sólo extractivismo sin alma.

Lo que está en juego es más que una agencia estatal: es el derecho del productor jujeño a contar con herramientas propias, desarrolladas localmente, adaptadas a su realidad. Es la diferencia entre un modelo de país productivo e inclusivo y una distopía exportadora donde sobran los argentinos que no encajan en la lógica de la especulación financiera.


Ajuste sin estrategia = retroceso estructural

Ninguna nación seria corta sus brazos científicos para ahorrar migajas. Japón, Corea, Israel, Brasil y Chile invierten en investigación aplicada porque entienden que allí está el futuro. Milei, en cambio, propone ajustar sobre la inteligencia del pueblo, empobreciendo aún más a quienes no pueden acceder a soluciones de mercado: los pequeños productores, los agricultores de subsistencia, los pueblos originarios.

¿Puede una provincia como Jujuy sostener su competitividad sin el INTA? No. El INTA no solo transfiere tecnología, sino que articula territorios, democratiza el conocimiento y defiende la biodiversidad productiva. Sacarlo del medio es como dinamitar una represa en plena sequía.


Desde La Quiaca, Perico y Yuto: el pueblo dice NO

Desde el norte más postergado de la patria, alzamos la voz por un INTA en pie. Porque defender al INTA no es defender una casta, ni un gasto, sino un modelo de país donde el saber no se privatiza, ni se subasta al mejor postor.

Es hora de unirnos: intendentes, docentes rurales, comunidades originarias, jóvenes, productores, sindicatos, científicos, vecinos. Porque si cae el INTA, cae una parte de nosotros. Y no estamos dispuestos a regalar ese futuro.


El llamado es claro: #ElINTANoSeToca

Que se escuche desde San Salvador hasta el Congreso, y desde allí al mundo: el conocimiento público vale más que un recorte fiscal. La Argentina no se salva ajustando la ciencia: se salva invirtiendo en su gente, en su tierra y en su capacidad de soñar con los pies en el suelo.

¿Qué es lo que más te preocupa hoy en Jujuy?

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *