Alberto avanza con la reestructuración de deuda por USD 68.000 millones

A pesar del desplome de los mercados internacionales y la disparada del riesgo país argentino, Alberto Fernández firmó el decreto que autoriza al ministro de Economía, Martín Guzmán, a reestructurar deuda por 68.842 millones de dólares.

El «lunes negro» de los mercados provocado por el coronavirus y la guerra del petróleo había generado dudas en la Argentina sobre si el Gobierno avanzaría en la renegociación con los acreedores, aunque a última hora el propio Fernández confirmó que continuarían con los plazos que habían previsto.

«Nos han dejado una deuda que nos condiciona mucho», reiteró el presidente en una entrevista en Canal 9. «Debemos ver las limitaciones que tenemos. Cuando se produce una crisis como esta, el comercio mundial se cae y debemos ser muy cuidadosos», agregó. «El mundo se confabula para hacer más difícil nuestra salida», lamentó.

El decreto 250 habilita a Guzmán a renegociar sobre una deuda nominal de 68.842 millones de dólares, que representa dos tercios de la deuda en manos de privados. Se trata de 35 bonos emitidos en Nueva York, Londres y Tokio.

Entre los bonos a refinanciar entran los PARY y DICY, que son los de la reestructuración de 2005 y que se especulaba que quedarían afuera. Lo mismo el Century.

Según el cronograma oficial, la definición de la estructura final de la oferta concluye esta semana y su lanzamiento debería ser efectuado en los próximos días. Inesperadamente para la Casa Rosada la fecha estipulada coincide con el derrumbe de los mercados internacionales, que este martes tenían un rebote.

Como explicó LPO, para algunos analistas se trata de una situación beneficiosa para Argentina porque aumenta el margen de negociación en términos de la quita requerida para poner la deuda en términos sostenibles.

«Es el momento ideal para reestructurar la deuda. La baja de las paridades de los bonos va a llevar a acelerar el proceso por el cual los bonistas deben aceptar las condiciones de Argentina. El escenario permite una salida con paridades claramente mejores a las actuales y con la bruta baja de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, un bono argentino ya despierta otro apetito», afirmó a LPO el analista de mercados Francisco Uriburu.

En cambio, otros destacan que se trata de un arma de doble filo que puede atraer a los fondos buitres y empantanar la posibilidad de un acuerdo. «Yo soy de la idea que no es bueno que los bonos se destruyan para que la oferta sea interesante. Porque cuanto más bajen los bonos, más riesgo tenes de que entren los fondos buitres y ellos nunca quieren arreglar», indicó el especialista financiero Christian Buteler.

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