Argentina en depresión silenciosa: el ajuste perpetuo, la fuga de ideas y el NOA dejado a la intemperie

Argentina en depresión silenciosa: el ajuste perpetuo, la fuga de ideas y el NOA dejado a la intemperie

Mientras los partes oficiales celebran la baja de la inflación y una caída estadística de la pobreza, la vida real en los barrios del NOA y de Jujuy entra en una fase de depresión económica y social: cierran comercios, se frenan obras, se multiplica el endeudamiento familiar y crece el estrés financiero. Con un gobierno nacional obsesionado con la macro y una dirigencia provincial y municipal en “sedentarismo cognitivo”, el ajuste se profundiza sin un horizonte de desarrollo que incluya a todos.

Editorial – PericoNoticias

Argentina está entrando en una zona de turbulencia social profunda, con un dato incómodo que no se resuelve con marketing ni con cadenas nacionales: la sensación extendida de que todo va para abajo.

Los números de la macro pueden maquillarse, pero la heladera y el mostrador no mienten:

  • La inflación interanual se desaceleró al orden del 31 % en octubre de 2025, con variaciones mensuales cercanas al 2–3 %.
  • Sin embargo, el desempleo ya trepó al 7,9 % en 2025, el nivel más alto en cuatro años, con cientos de miles de nuevos desocupados.

Es decir: los precios corren más lento, pero la economía real se enfría a toda velocidad. Menos empleo, menos ventas, más angustia.

De la recesión a la depresión social

Si miramos la película completa, el panorama es brutal. En el primer trimestre de 2024, la UCA estimó una pobreza del 54,9 % y una indigencia del 20,3 % a nivel nacional. Luego, con el “shock” de Milei, el INDEC y distintos organismos marcan una caída importante de la pobreza hacia fin de 2024 y 2025 (38,1 % y luego 31,6 %), impulsada por la baja de la inflación y algunos refuerzos de transferencias.

Pero el dato duro convive con una realidad incómoda:

  • casi un tercio del país sigue siendo pobre,
  • los chicos y adolescentes son los más golpeados,
  • y en regiones como el NEA y el NOA los niveles se mantienen claramente por encima del promedio nacional.

En Jujuy, el primer semestre de 2024 nos dejó un registro que no se borra con un simple power point: 55,7 % de pobreza, con un salto de más de 13 puntos interanuales. Esa cicatriz sigue ahí, aunque la estadística posterior se haya “corregido”. Para las familias que se endeudan para comer, la discusión sobre si la pobreza es 38 o 31 % suena casi obscena.

El NOA, según los informes económicos regionales del propio Estado nacional, ya venía mostrando caídas de actividad (–4,3 % interanual en el primer trimestre de 2024, dos trimestres seguidos en baja). Es decir: la recesión pegó primero y más fuerte acá arriba, donde la matriz productiva depende de pocas actividades (litio, agroindustria, caña, tabaco, turismo) y de un Estado que hoy se achica sin plan B.

Lo que estamos transitando ya no es sólo una recesión: es una depresión social en cámara lenta.

Un gobierno nacional que ajusta, pero no piensa el desarrollo

El gobierno nacional lee la realidad con una lógica contable:

  • bajar la inflación,
  • mostrar disciplina fiscal,
  • conseguir aval externo (FMI, Washington, Trump)
    y convertir eso en relato épico.

El problema es que no hay un proyecto consistente para el crecimiento con inclusión, ni una estrategia clara para regiones periféricas como el NOA. Se habla de “fábrica de dólares” y de “modelo peruano”: dólar relativamente barato, apertura importadora, baja del “costo laboral” y del “costo Estado”. El combo ya lo vimos en los 90.

  Pauta salarial provincial supera la inflación

El resultado probable es conocido:

  • se licúan salarios,
  • cierran pymes que no pueden competir con importados,
  • se multiplica el empleo informal y precario,
  • y los territorios del interior se transforman en proveedores baratos de recursos y mano de obra, sin capacidad de retener a sus jóvenes.

No se construye país federal profundizando la brecha entre el AMBA financiero y un interior que sólo sirve como zona de sacrificio.

Provincias y municipios: sedentarismo cognitivo y exhibición de incapacidad

Sería cómodo culpar sólo a la Casa Rosada. Pero en Jujuy, en el NOA y en ciudades como Perico, la dirigencia provincial y municipal exhibe un déficit igual de preocupante: falta de ideas y de coraje político.

En vez de diseñar estrategias propias, muchas gestiones se limitan a:

  • administrar la escasez enviada desde Nación,
  • sostener la “paz social” a fuerza de bolsines y microcontratos,
  • sacarse fotos en festivales y actos patrios,
  • y jugar a la rosca corta: cargos, dietas, favores.

Eso es sedentarismo cognitivo:

  • no hay innovación en políticas productivas,
  • no hay apuestas serias por la economía del conocimiento,
  • no hay planificación urbana ni regional que piense a 10 o 20 años.

La depresión económica se vuelve inexorable cuando los que deberían ser tableros de comando (gobiernos provinciales y municipales) se comportan como ventanillas de trámite.

No estamos hablando sólo de falta de recursos; hablamos de falta de visión. En una crisis de esta magnitud, seguir administrando como en los años 90 o 2000 es casi una forma de abandono.

El NOA y Jujuy: laboratorio del ajuste sin estrategia

En el NOA se cruzan todas las asimetrías:

  • pobreza estructural alta,
  • empleo público y informal como sostén de ingresos,
  • dependencia de pocas cadenas productivas,
  • infraestructura deficitaria y costos logísticos altísimos.

Si a eso se le suma un ajuste nacional que recorta obra pública, subsidios y programas, sin ofrecer un plan de reconversión productiva, la ecuación es explosiva.

En Jujuy, los grandes anuncios de litio, energías renovables y corredores bioceánicos conviven con:

  • comercios que no venden,
  • industrias que congelan inversiones,
  • y familias que no llegan a cubrir un gasto imprevisto de pocos cientos de miles de pesos sin entrar en crisis financiera.

Estudios recientes muestran que en Argentina 7 de cada 10 personas sufren estrés financiero serio, y que una parte importante de la población no podría afrontar un gasto no previsto relativamente pequeño sin caer en endeudamiento crítico.
En el NOA, donde los ingresos son más bajos que el promedio nacional, ese estrés se potencia.

Dicho en criollo: la gente hace malabares todos los meses, mientras ve a una dirigencia que apenas mueve papeles.

Entre la calle y el Congreso: un país en búsqueda de representación

En este contexto, crece un dato político de fondo:
hay un 60 % de la sociedad que no se siente representada ni por el oficialismo ni por una oposición fragmentada y sin narrativa clara.

  • El gobierno nacional avanza con un ajuste de libro de texto, apostando a que el malestar social no logre traducirse en una fuerza política que lo frene.
  • Una parte de la oposición busca “ganar tiempo” en el Congreso, pero sin ofrecer un modelo alternativo de país.
  • El sindicalismo y los movimientos sociales discuten cómo reaccionar ante reformas laborales y recortes que los golpean de lleno.
  Paro nacional y reforma laboral: o refundamos el trabajo o aceptamos ser descartables

En paralelo, se criminaliza la protesta y se intenta disciplinar la calle en lugar de escucharla. Eso no resuelve la crisis: sólo sube la presión de la olla.

¿Y ahora qué? Lo que está en juego en Perico, en Jujuy y en el NOA

Esta editorial no busca alimentar el catastrofismo, sino poner en palabras lo que ya se vive en casas, comercios, ferias y escuelas del NOA:

  • La depresión económica no es un episodio pasajero; es una tendencia si no se corrige el rumbo.
  • El ajuste sin proyecto de desarrollo es un atajo que nos conduce a un país más chico y más injusto.
  • La falta de ideas en provincias y municipios agrava el cuadro: un poder local que sólo gestiona la miseria es parte del problema, no de la solución.

Argentina necesita, y el NOA en particular, una nueva arquitectura de ideas:

  • políticas productivas territoriales,
  • innovación en empleo y formación de jóvenes,
  • crédito inteligente para pymes,
  • y un rediseño del rol del Estado local: menos “patrón de estancias” y más socio estratégico del desarrollo.

Si Nación sólo ajusta, y provincias y municipios sólo se resignan, el resultado es obvio:
una sociedad agotada, una economía sin músculo y una democracia que pierde calidad porque la gente deja de creer que la política pueda mejorar su vida.

En Perico, en Jujuy y en todo el NOA, el desafío es no naturalizar esta depresión. Nombrarla es el primer paso. Exigir ideas nuevas, el segundo. Construirlas colectivamente, el tercero.

Lo que está en juego no es sólo este gobierno o el próximo.
Lo que está en juego es si aceptamos vivir en un país administrado por el Excel del ajuste y por la comodidad de los que ya se rindieron a pensar, o si todavía queda margen para un proyecto que incluya a los que hoy sienten que la Argentina los dejó a la intemperie.

¿Desde que asumió Javier Milei, ¿tu situación económica personal?

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