Redacción Perico Noticias // El panorama político argentino atraviesa una transformación profunda. Mientras el país se adentra en el 2025, la política parece haber dejado atrás sus viejas figuras, posicionando a Axel Kicillof y Javier Milei como los dos polos indiscutibles de la contienda política. El reciente análisis de los 3 pilares que sostienen la competitividad de Milei expone una certeza: Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri han entrado en una fase de ocaso político, dejando paso a nuevos liderazgos que encarnan visiones totalmente opuestas del país.
El Duelo Nacional: Kicillof vs. Milei
Mientras Milei busca fortalecer su presencia con aliados clave como Ramiro Marra en CABA y enfrenta interrogantes sobre la figura de Victoria Villarruel como compañera de fórmula, Axel Kicillof emerge como el conductor del peronismo nacional, relegando a CFK a un rol casi simbólico. Kicillof ha logrado consolidar su figura como gobernador de Buenos Aires, liderando con un estilo que equilibra ideología y pragmatismo, algo que le ha permitido captar la atención incluso de sectores tradicionalmente más alejados del kirchnerismo.
Por otro lado, Milei sigue apelando a su discurso antisistema, pero enfrenta el desafío de articular su propuesta con un gobierno que ha sido fuertemente criticado por el manejo económico y social. El dólar en ascenso, los salarios en caída y el descontento generalizado ponen a prueba su capacidad para conectar con un electorado cada vez más exigente.
Jujuy: Un Voto Antisistema Fragmentado
En la provincia de Jujuy, el panorama político presenta sus propias complejidades. El gobierno local, encabezado por el oficialismo radical, enfrenta un creciente desgaste. A esto se suma un peronismo jujeño que nunca logró consolidarse como una verdadera oposición, dejando un vacío que parece imposible de llenar. En este contexto, la figura de Milei despierta tanto adhesiones como rechazos viscerales.
Sin embargo, lo más llamativo en Jujuy es el núcleo duro de votantes antisistema, que representa un 55% del electorado, según estimaciones locales. Este sector, desencantado con las políticas de Gerardo Morales, Carlos Sadir y las distintas facciones del PJ, está ávido de alternativas radicales. La izquierda o un nuevo espacio político desconocido pero sólido y crítico con el gobierno nacional y provincial podrían convertirse en la gran sorpresa de las próximas elecciones. El desafío será si esas alternativas pueden articular un mensaje claro y convincente para capturar ese descontento.
Macri y CFK: La Retirada de los Íconos
La influencia de Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo un factor de peso, pero su capacidad de movilizar a las bases está en declive. Macri, atrapado entre los avances de Patricia Bullrich y la figura de Ramiro Marra como posible aliado de Milei en la Ciudad de Buenos Aires, parece estar perdiendo relevancia. Su partido, el PRO, se fragmenta ante la falta de una figura unificadora.
Por su parte, CFK ha sido prácticamente eclipsada por Axel Kicillof, quien lidera con una narrativa más alineada con las necesidades del presente y que busca alejarse del desgaste asociado a la vicepresidenta. El peronismo, bajo su conducción, podría encarar una batalla épica para evitar la consolidación de Milei como líder de la ultraderecha global.
La Incógnita Electoral: Odio, Desgaste y Alternativas
El gran interrogante es cómo se redistribuirán los votos de un electorado cansado y enojado. En provincias como Jujuy, donde el descontento con el oficialismo local y nacional es palpable, los votos antisistema podrían fragmentarse entre propuestas de izquierda y emergentes. El odio visceral hacia Milei en ciertos sectores podría convertirse en un voto estratégico para cualquier opción que logre diferenciarse tanto del oficialismo como del libertarismo.
¿Un Nuevo Amanecer Político?
El 2025 se perfila como un año decisivo, no solo para las figuras de Milei y Kicillof, sino también para los proyectos políticos alternativos que puedan surgir en los márgenes. En Jujuy, como en el resto del país, la búsqueda de liderazgos genuinos y propuestas transformadoras será clave para capturar la imaginación de un electorado que ha dejado de creer en las promesas de siempre. ¿Será Kicillof el que capitalice este descontento? ¿O aparecerá una nueva fuerza que desafíe el statu quo? Lo único claro es que ni Milei ni Kicillof tienen garantizado el camino hacia el poder absoluto, y las sorpresas están a la vuelta de la esquina.