¡Basta de Elecciones Vacías! El fin de las PASO en CABA abre la puerta a una revolución política en Argentina

¡Basta de Elecciones Vacías! El fin de las PASO en CABA abre la puerta a una revolución política en Argentina

Redacción Perico Noticias // El grito silencioso de la sociedad, harta de elecciones repetitivas y costosas que no resuelven nada, comienza a encontrar eco en los pasillos de la política argentina. En una jugada que promete cambiar el tablero electoral, Jorge Macri, jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junto a Unión por la Patria, decidió convocar la suspensión de las PASO para legisladores en CABA. Este movimiento, que parece ser solo el comienzo, allana el camino para que el Congreso nacional apruebe la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en todo el país.

CABA lidera la cruzada contra las elecciones innecesarias

La decisión de Macri y el apoyo de sectores opositores como Unión por la Patria no es casualidad. El cansancio social frente a un sistema electoral que parece estar diseñado para perpetuar a la clase política, más que para generar alternativas reales, ha llegado a un punto de quiebre. En cada elección, los argentinos enfrentan largas campañas, boletas interminables y discursos que prometen mucho, pero rara vez entregan resultados. Las PASO, lejos de cumplir su objetivo original de democratizar las candidaturas, se han convertido en un símbolo de gasto público innecesario.

La iniciativa de CABA no solo tiene el respaldo de los principales partidos políticos, sino que también cuenta con la adhesión de una sociedad que reclama austeridad y eficiencia. Una encuesta reciente muestra que más del 70% de los argentinos considera que las PASO son un gasto superfluo en el contexto de una economía en crisis.

El efecto dominó: de CABA al Congreso

Con la decisión tomada en la Ciudad, el impacto en el Congreso nacional es inminente. El proyecto para eliminar las PASO a nivel nacional ya está sobre la mesa y, con el clima social de hartazgo hacia la “industria electoral”, su aprobación parece inevitable. Los principales bloques políticos han entendido que continuar defendiendo un sistema que ya no tiene legitimidad popular es un suicidio político.

Si bien hay voces críticas que argumentan que la eliminación de las PASO podría consolidar aún más el poder de las cúpulas partidarias, la realidad es que la sociedad ya no está dispuesta a tolerar más elecciones para nada. En un país donde votar se ha convertido en un ritual constante, el clamor por menos elecciones y más gestión es ensordecedor.

Jujuy: el epicentro del descontento

La decisión de avanzar hacia la eliminación de las PASO resuena con fuerza en Jujuy, donde nunca se habían adherido a este sistema en el ámbito provincial y municipal. Sin embargo, el escenario político local no está exento de tensiones. En una provincia donde las elecciones han sido usadas como una herramienta para perpetuar el poder de la élite política, la posibilidad de un adelantamiento electoral ha desatado la indignación social.

La percepción generalizada es que la clase política jujeña está más preocupada por asegurar su permanencia que por resolver los problemas reales de la gente. La idea de convocar elecciones anticipadas en este clima solo aumenta la brecha entre los dirigentes y una ciudadanía que ya no tolera las maniobras que buscan consolidar privilegios.

El fin de una era: la demanda de cambios profundos

La eliminación de las PASO no solo es un reclamo de austeridad económica; también es un símbolo de un cambio de era en la política argentina. Los ciudadanos están exigiendo menos gasto público, menos discursos vacíos y más acción concreta. La clase política enfrenta ahora el desafío de adaptarse a este nuevo clima social o arriesgarse a perder lo poco que le queda de legitimidad.

Mientras tanto, la movida de Jorge Macri en CABA y su resonancia a nivel nacional parecen ser solo el comienzo. La presión sobre las provincias, incluida Jujuy, para adoptar medidas similares y terminar con un sistema electoral ineficaz es creciente. El futuro político de Argentina está en juego, y la sociedad ha dejado claro que ya no aceptará más excusas.

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