Bullrich, la espada afilada del 2027, dinamita el centro: “El Grito Federal es el kirchnerismo suplente”

Bullrich, la espada afilada del 2027, dinamita el centro: “El Grito Federal es el kirchnerismo suplente”

Por Perico Noticias // La frase fue tan provocadora como calculada: “Es el kirchnerismo suplente”, disparó Patricia Bullrich con ironía filosa, al referirse al armado político de gobernadores que se agrupan en el Grito Federal, una fuerza centrista que intenta surgir en medio del naufragio libertario y la implosión opositora. Pero Bullrich no dispara sin puntería: cada palabra apunta a consolidar su figura como la única opción de derecha con futuro presidencial para el 2027.

En la línea de fuego cayó de lleno Carlos Sadir, gobernador de Jujuy, junto a sus pares de Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Santa Cruz y Chubut, todos parte de ese armado federal que busca despegarse tanto del kirchnerismo como del mileísmo, sin terminar de romper con ninguno. Para Bullrich, esa tibieza no se negocia. Estás con ella o sos parte del problema.


Bullrich, la Dama de Hierro de la nueva derecha

A pesar del descalabro económico, la devaluación del salario y un gobierno que empieza a derrumbarse bajo su propio dogmatismo, Patricia Bullrich sigue liderando los rankings de imagen positiva. Según encuestas recientes, su figura supera incluso a la del propio Javier Milei, que ya padece el desgaste del poder sin haberlo sabido administrar.

Bullrich no carga con la responsabilidad del ajuste brutal ni con las promesas rotas. Por eso se mueve con libertad táctica y visión estratégica. Se posiciona para 2027 como la “heredera de hierro” de un proyecto de orden, y busca heredar al electorado que Milei está perdiendo, sin renunciar a la línea dura que le dio identidad. Su ataque al Grito Federal es parte de esa construcción: necesita borrar todo lo que represente moderación o centro político para polarizar el escenario a su favor.


Grito Federal: ¿una tercera vía o una zona de confort?

El Grito Federal pretende ser un espacio superador, una especie de “tercera posición” sin Cristina, sin Milei, sin Macri. Lo integran Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Claudio Vidal (Santa Cruz), Ignacio Torres (Chubut) y Carlos Sadir (Jujuy). Gobernadores de peso, que intentan gobernar sin gritar pero que, frente al asfixiante centralismo libertario, apenas si murmuran reclamos fiscales.

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Bullrich los desprecia porque no rompen, no incendian, no combaten. Y en su lógica política, eso equivale a ser “cómplices pasivos del kirchnerismo”. La exministra de Seguridad no les perdona que no la hayan seguido ni a ella ni a Milei. En su visión binaria del poder, el centro no existe: es una ficción cobarde o una excusa para no elegir bando.


Sadir, en el dilema jujeño

En ese fuego cruzado, Carlos Sadir aparece como uno de los blancos más expuestos. Heredero de un radicalismo debilitado, busca equilibrio entre el apoyo al norte productivo y las negociaciones con Nación, mientras la provincia se debate entre obras paralizadas, un Fondo de Reparación Histórica en duda y creciente tensión social.

Bullrich le exige definición. Para ella, Jujuy no puede jugar al equilibrista: o enfrenta a Milei con fuerza o se convierte, como acusa, en parte del “kirchnerismo encubierto”. Sadir deberá decidir si soporta el fuego cruzado o si empieza a construir una identidad propia que trascienda la obediencia a Morales y el oportunismo centrista.


¿El PRO mileísta sin Milei?

En medio del colapso del experimento libertario, Bullrich apuesta a capturar los escombros del PRO y reciclarlos en una nueva fuerza nacional, sin Macri, sin Larreta y sin las contradicciones del pasado. Su figura crece como única garante de una derecha realista, sin delirios anarco ni caprichos mesiánicos. Se muestra decidida, impiadosa y lista para gobernar lo que Milei no sabe ni quiere administrar.

La crítica al Grito Federal es un mensaje al sistema político: “No hay lugar para tibios”. Es también una advertencia al mercado y a los votantes de centro: si quieren orden, hay que elegir con firmeza. La jugada es clara: torpedear cualquier intento de reorganización intermedia y canalizar el voto desilusionado de Milei en 2025 y 2027.

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Conclusión: Bullrich pisa fuerte donde otros titubean

En Argentina, el centro no se habita: se conquista. Y Bullrich decidió arrasarlo. El Grito Federal corre el riesgo de ser devorado antes de nacer si no construye una épica alternativa. Sadir y compañía deben demostrar que no son “suplentes” de nada, sino protagonistas de una etapa distinta. El problema es que Bullrich ya se probó el traje de candidata y les lleva varios cuerpos de ventaja.



¿Desde que asumió Javier Milei, ¿tu situación económica personal?

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