“Caputo y Milei: dólares finitos para un agujero infinito”

“Caputo y Milei: dólares finitos para un agujero infinito”

Por Jorge Lindon // La bomba ya estalló. El modelo libertario, sostenido en un ajuste inhumano y en la fe ciega de conseguir dólares frescos, se enfrenta a su límite más brutal: el recurso que buscan es finito, mientras que el agujero que generaron es infinito.

El viaje de Caputo a Washington es la caricatura de una esperanza vacía. El propio secretario del Tesoro estadounidense ya fue categórico: “Swap line, no dinero fresco”. Y sin dólares genuinos, el plan Milei se convierte en un castillo de arena devorado por la marea.

Caputo, el mismo que en el pasado endeudó al país con su ingeniería financiera tóxica, hoy vuelve a repetir el libreto: prometer estabilidad a cambio de hipotecar soberanía. Pero ni Wall Street ni el FMI creen ya en este experimento. La desconfianza es total. Los mercados huelen sangre.

El modelo es un rotundo fracaso. Los salarios pulverizados, las jubilaciones reducidas a la miseria, la producción destruida y la juventud emigrando son las huellas visibles de una economía que no produce soluciones, solo padecimientos.

La estrategia oficial se reduce a mendigar divisas y aplaudir cuando las migajas llegan con condicionamientos insostenibles. El pueblo argentino no come “swap lines”, ni paga la luz con promesas de Tesoro ajeno. La Argentina real exige trabajo, salarios dignos y un Estado que deje de ser verdugo de su propia gente.

Los senadores y diputados ya entendieron que acompañar este rumbo tiene un costo político imposible de afrontar. Y en las calles, en las familias endeudadas, en los jóvenes que se van, se cocina la verdadera condena: la electoral.

  “Milei consumió todas sus energías en el dólar y olvidó a los argentinos”

Las elecciones serán un desastre para La Libertad Avanza. No porque lo diga la oposición, sino porque el propio electorado menguado castigará a quien los timó. Milei prometió libertad y les entregó ajuste. Prometió soberanía y les dejó dependencia. Prometió orden y desató caos.

Caputo podrá volver de Washington con titulares tibios, pero nunca con la confianza perdida. El ministro que alguna vez fue llamado “Messi de las finanzas” hoy es apenas el bufón de un modelo que agoniza. Y Milei, que soñó con ser el león de Occidente, quedará recordado como el presidente que confundió un Excel con la vida real de un pueblo.

La bomba ya estalló. No hay dólares ni relato que la contenga. Lo que queda es la certeza de que el libertarismo argentino será enterrado por la misma mano que lo votó.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *