En tierra de vientos y cielos eternos, nos deja un guerrero de vida, un vecino de La Quiaca que supo enfrentar las adversidades con valor y bondad. Su alma descansa en paz en los brazos del Señor Jesucristo, confiado en la promesa de la resurrección y de una mañana gloriosa.
Sus hijos, Gustavo, Alejandro, Fermín, Hernán, Víctor y Victoria, agradecen el apoyo y cariño de familiares y amigos. El servicio fúnebre se realizará en la sala velatoria Árabe Soria de la cooperativa el miércoles 30 de octubre, seguido de la inhumación en el Cementerio Virgen del Carmen de La Quiaca el jueves a las 11:00 a.m.
«Duerme en la paz del Señor y despierta en la eternidad.»