Veintidós gobernadores encendieron las alarmas en el Congreso: el ajuste libertario de Milei amenaza con dejar a las provincias al borde del default. Sin recursos ni transferencias, el federalismo tambalea. El Impuesto al Combustible se convierte en el epicentro de una rebelión que podría reconfigurar la política nacional.
**Anticipo:**
La Quiaca marca un hito geopolítico al ser sede de la histórica reunión binacional entre Argentina y Bolivia por la Cuenca Alta del Pilcomayo. Con impulso del intendente Dante Velázquez, se busca crear una mesa permanente que articule desarrollo, clima e integración regional desde el corazón estratégico del norte.
Carlos Sadir alzó la voz contra el ajuste de Nación a las provincias, pero el reclamo llega tarde: los gobernadores que firmaron el Pacto de Mayo y avalaron la Ley Bases cosechan hoy una realidad fiscal demoledora. Exigen federalismo tras haber entregado su autonomía. El pacto les estalla en la cara.
En medio de este colapso, Argentina debería resistir la tentación de ser una mascota del poder. Debería volver a ser mediadora, constructora, equilibrista. Pero hoy, lamentablemente, parece decidida a ser una ficha más del tablero que los poderosos ya decidieron voltear.
Mientras se acerca el plazo legal para el pago del aguinaldo, varias provincias argentinas encienden luces de alerta por falta de fondos. El gobierno nacional exige más ajuste, mientras intendentes y gobernadores claman asistencia. Se avecina un conflicto político, económico y social de alto voltaje.
Argentina, abrazada ciegamente a Israel y Estados Unidos, observa desde su colina el bombardeo a Irán, sin medir que las llamas podrían alcanzarla. El petróleo puede explotar, la inflación global reactivarse y el sur pagar el precio. ¿Qué lugar ocupa Milei en esta geopolítica de pólvora?,