Choque real de modelos económicos; Caputo vs. Sturzenegger

Choque real de modelos económicos; Caputo vs. Sturzenegger

El neoliberalismo, como toda teoría, dista mucho de contar con un único manual sobre como hacer las cosas. Cuando se pretende ejecutar este ideario en el campo de lo pragmático, aparecen contradicciones, intereses contrapuestos, profundos contrastes que el gobierno empieza a exteriorizar en la tensión creciente que se observa entre los ministros Toto Caputo y Federico Sturzenegger. 

Por Luciana Glezer // El desembarco del Coloso en el gabinete le subió un nivel a esa pelea soterrada que comenzó desde el inicio del gobierno de Milei. «No se trata de un riña personal, aunque la historia haya derivado en eso. El origen es político y hasta programático, cada uno tiene su propio camino y es diametralmente opuesto al que propone el otro», afirmó a LPO un economista que conoce de cerca a ambos.

Sturzenegger está enamorado del plan de estabilización que Israel implementó en 1985. Continúa siendo un gran defensor del régimen de metas de inflación que fracasó durante su gestión en el gobierno de Mauricio Macri. 

Esta es la primer gran diferencia con Caputo, gran crítico de la gestión de su flamante compañero de gabinete, a quien durante el gobierno de Macri reemplazó al frente del Banco Central. 

El «inflation targeting» que encandila a Sturzenegger se basa en la regla de Taylor que exige la convergencia de variables como la tasa de interés, inflación y dólar para lograr la estabilidad de precios. Es el manual clásico del FMI para las economías latinoamericanas. Sturzenegger es además un crítico de lastasas negativas y el atraso cambiario que sostiene Caputo

Otro de los fetiches de Sturzenegger es la absoluta digitalización monetaria. El flamante ministro desregulador se muere de ganas de desterrar el dinero físico. Coincide con el presidente en tipificar como delito penal al señoreaje. Esto se traduce como eliminación del Banco Central.

 

Por su parte Caputo todavía aspira a una neoconvertibilidad. El problema es que en este caso no están los dólares para que el BCRA garantice la caja de conversión como si sucedió en los 90 gracias a las divisas que aportaron las privatizaciones. 

Una de las criticas más duras de Sturzenegger apunta al colchón de 14 billones de pesos que el Tesoro tiene inmovilizados en la cuenta del BCRA, sin que le genere rendimiento alguno. Caputo afirma que con eso va a comprar dólares. 

Vale recordar que Sturzenegger fue quien amplió el negocio de las Lebacs a personas humanas residentes y no residentes, empresas locales y extranjeras, para hacerse de las ganancias con el diferencial de tasas, y hasta usarlas para cubrir garantías en las operaciones de dólar futuro. Caputo optó por exterminar las Leliqs, descendientes directas de las Lebacs.

El alineamiento de Sturzengger con el FMI pone en jaque la neocovertibilidad de Caputo

Caputo tiene un objetivo muy claro en materia fiscal. «Su principal meta es mantener el balance financiero en terreno positivo y negociar con empresas o grupos económicos para lograr traccionar capitales e inversión extranjera», explicó un empresario cercano al ministro de Economía.

«Sturzenegger cumple un rol de desregulador de la economía y eso implica que tiene que modificar infinidad de regulaciones que, en muchos casos, pueden afectar la posición de mercado de una empresa u otra», agregó. 

La fuente consultada explicó que esto le puede traer algún que otro dolor de cabeza a Caputo a la hora de negociar con las empresas el ingreso de capitales. Y es que muchas compañías se favorecen, de algún modo, con algunas regulaciones discrecionales del ministro, como demostró en la reciente decisión de dar de baja las nuevas centrales ya adjudicadas, para favorecer a su primo Nicky Caputo, como reveló LPO.

Otro ejemplo es el Régimen de Promoción de Tierra del Fuego. «Si se levantan todos los beneficios a la industria como propone Sturzenegger, Caputo y Milei tendrían un grave problema con las empresas», concluyó la fuente consultada.

Sturzenegger cumple un rol de desregulador de la economía y eso implica que tiene que modificar infinidad de regulaciones que, en muchos casos, pueden afectar la posición de mercado de una empresa u otra.

Si bien Sturzenegger negó tensiones con Caputo, el choque de modelos resulta evidente. Como anécdota reciente, Sturzenegger marcó públicamente su distancia respecto al ministro de Economía  luego de que Caputo cargara contra contra los dueños de las empresas de medicina prepaga acusándolos de haberle declarado la guerra a la clase media. «Hay que confiar en el mercado», retrucó en una entrevista el ministro desrregulador.  

«La macro de Macri, el camino sinuoso a la estabilidad y el crecimiento», fue el documento que le valió al economista la excomunión del universo de macristas puros. En ese paper de 56 páginas escrito en inglés Sturzenegger crítica fuertemente las medidas que encarna Caputo. 

«Estamos seguros de que después de un éxito inicial cada programa se suspendió debido a una forma distinta de dominio fiscal: como las pensiones están indexadas con un retraso y representan una gran fracción del gasto, las rápidas desinflaciones ponen en peligro la consolidación fiscal», apuntó Sturzenegger en el texto.

Sobre el cambio en las metas de inflacióndado a conocer el 28 de diciembre de 2017 señala en el texto que se trató de un «extraño giro comunicarlo el mismo día que en el país se celebra el «Día de los Inocentes . Y continúo: «Para comunicar el cambio el Gobierno organizó una conferencia de prensa donde anunció que quería más inflación». 

Es curioso como se dan las cosas, esa conferencia de prensa que Marcos Peña y mario Quintana impusieron a Sturzenegger, se comparó en las últimas semanas con la fallida conferencia de Caputo y Bausilli para anunciar un canje -que sigue sin implementarse- que le dejó gusto a poco y marcó el inicio del final de la luna de miel del mercado con el ministro.

 

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