La Cámara del Tabaco de Jujuy ha vuelto a encender las alertas del porvenir. Esta vez, no con una protesta ni un reclamo gremial, sino con una acción estratégica: convocar al experto en meteorología y clima Juan Mario Navarro, director del Observatorio Salsipuedes y referente sudamericano en pronóstico de eventos extremos. Con su análisis de alta precisión, Navarro no solo confirmó lo que muchos sospechaban –que el cambio climático ya está entre nosotros– sino que abrió una nueva página en la agenda de políticas hídricas que Jujuy ya no puede postergar.

Eventos extremos, neutralidad climática y riesgo hídrico
«Vamos a tener un verano en pleno invierno», anticipó Navarro con la serenidad de quien no necesita metáforas. Tormentas eléctricas en junio, récords de temperatura en pleno julio, y lluvias de más de 200 milímetros en una sola hora: estos no son fenómenos aislados, sino parte de una dinámica extrema y desordenada de la atmósfera que llegó para quedarse. Según Navarro, 17 provincias argentinas sufrirán impactos inéditos entre 2025 y 2026, y Jujuy figura entre las más comprometidas.

El problema no es solo la lluvia o la sequía, sino la velocidad y frecuencia con que se alternan, sumado al impacto que esto tiene en economías agrícolas sensibles como la del tabaco. Allí donde cada gota de agua, cada ráfaga de viento o cada grado de temperatura puede significar pérdida o rentabilidad, la necesidad de planificación ya no es una opción: es una urgencia estructural.
Agua subterránea: el tesoro ignorado
Navarro fue claro: la inversión más estratégica es la que no se ve. Bajo tierra se encuentra la clave del desarrollo sustentable. Uruguay y Montevideo fueron citados como ejemplos: obras millonarias en irrigación y planificación de cuencas que hoy aseguran agua, energía y resiliencia para sus habitantes. ¿Y Jujuy? Aún atrapada en la lógica de remiendos estacionales y presupuestos mezquinos, sin un plan de cuencas ni un sistema eficiente de acueductos productivos.

La Cámara del Tabaco, con esta iniciativa, se posiciona como la primera institución en asumir el desafío de anticiparse a la crisis hídrica, desde ha ce una década viene instalando «el agua» como recurso estratégico. No se trata solo de proteger al cultivo emblema, sino de sentar las bases de una política provincial de agua, resiliencia climática y adaptación agrícola que involucre al Estado, los productores, las universidades, a la sociedad y la tecnología.
Del diagnóstico a la acción: una agenda productiva para el siglo XXI
El impacto de esta presentación excede largamente a la economía tabacalera. La humedad, el viento y la lluvia afectan por igual a cultivos como la caña, la vid, el maíz o el poroto. Jujuy podría convertirse en un laboratorio de innovación climática con uso inteligente de IA, sensores remotos, y gestión hídrica integrada, Dejemos atrás la lógica del siglo XX; declaró el presidente de la Cámara del tabaco Pedro Pascuttini.
La visita de Navarro, promovida por la Cámara, no solo dejó advertencias. También ofreció soluciones: captación subterránea, redistribución hídrica por niveles, planificación multicuenca y gestión inteligente del agua. Todo esto con inversión nacional o internacional –incluso desde Qatar, sugirió el especialista– y con resultados que impactan en la producción y el turismo.
Política, producción y coraje institucional
Lo más disruptivo de este episodio no fue el pronóstico ni la cátedra técnica, sino el hecho político: la Cámara del Tabaco asumió un rol de liderazgo propositivo en un terreno que los gobiernos provinciales y el empresariado no se animan a tocar, es un sector productivo el que se atreve a marcar la agenda del desarrollo.
Esta acción se enmarca en una estrategia mayor: defender el FET, sostener la producción, pero sobre todo construir un horizonte. Jujuy tiene todo para convertirse en vanguardia de la agricultura adaptativa y la gestión hídrica sustentable. Pero para eso necesita menos burocracia, menos improvisación y más audacia. Porque mientras otros especulan, el clima no espera. Y el agua, como la historia, no perdona a los que no se anticipan, sentenció Pascuttini.